Por Junta Interna de Delegados de Capital
A sesenta años de su creación, el CONICET, organismo insigne de la investigación científica, está sufriendo –al igual que otros institutos de ciencia y técnica, como el INTI- un brutal proceso de ajuste que significa en los hechos el despido e incertidumbre laboral de cientos de trabajadora/es, la precarización de las condiciones de trabajo, la interrupción de líneas completas de investigación y la agudización de un proyecto político orientado a poner al sistema científico al servicio del empresariado privado.