Con la presencia de numerosas compañeras y compañeros, se realizó en la sede de les docentes universitarios cordobeses un locro en conmemoración del Cordobazo.
Del encuentro participaron militantes y dirigentes del sindicato anfitrión tales como Javier Blanco y Leticia Medina (secretario general y adjunta); la compañera Soledad Barrionuevo Zamora, (Secretaria de la Mujer del SUOEM, municipales, perseguida por las autoridades locales); Alberto León (integrante de ADIUC y candidato a rector de la UNC en las elecciones de mañana); Eduardo Fernández (movimiento PYME); José Testoni (secretario general de la CTA Santa Fe), entre otres.
A su turno, Hugo Yasky y Pablo Carro, diputados nacionales ambos y máximos representantes de la CTA nacional y de Córdoba, hicieron sus saludos a las y los presentes destacando la vigencia del ejemplo de las históricas jornadas del Cordobazo.
Palabras de Pablo Carro:
Compañeras y compañeros: Todas y todos sabemos y reconocemos que hay cosas que se han hecho bien. Por cierto la ley de financiamiento que aprobamos para la Ciencia y Tecnología es uno de esos hitos importantes de lo que hemos logrado estos dos años. Pero también es cierto que no hemos logrado cumplir con nuestra promesa de que los salarios le ganen a la inflación. Y en eso tanto Hugo como yo, en la medida que somos diputados del Frente de Todos y parte del oficialismo, parte de nuestro gobierno, también somos representantes sindicales de los trabajadores.
Recuerdo que mucho hemos hablado en este tiempo, antes y durante la pandemia, sobre la difícil tarea del movimiento obrero en esta época complicada. En este momento de desazón, quiero poner el acento en algunos aspectos que considero importantes.
Uno de ellos es que si no hubiera habido unidad de los trabajadorxs en la calle para enfrentar el ajuste de Macri, no hubiera habido unidad política para construir el Frente de Todos. Y eso es algo que hemos hecho los trabajadores y las trabajadoras.
Muchxs de los que están aquí presentes, tienen largos años de pelea en este país por los derechos de lxs trabajadorxs. Hoy, que justamente es un tiempo complicado, en el que tenemos que trabajar para que gane el Frente de Todos, al movimiento obrero nos va a tocar caminar sobre una cuerda de peligro. Porque al mismo tiempo que necesitamos fortalecer a nuestro gobierno -porque sin un gobierno popular no hay destino para la clase trabajadora- al mismo tiempo vamos a tener que ser capaces de exigir a nuestro propio gobierno que cumpla con sus promesas de campaña.
Y aquí está la zona en la que nosotros tenemos que movernos. Hay que fortalecer a nuestro gobierno para que cumpla con sus promesas de campaña, esa es nuestra tarea principal. Para eso debemos volver a ganar las calles. Porque si hay una fortaleza en el Frente de Todos es la que le ha dado el movimiento obrero, los movimientos sociales, estudiantiles, el movimiento Pyme -aquí lo tenemos a Eduardo Fernández acompañándonos- ese movimiento se expresó en la calle con mucha contundencia muchas veces en nuestra historia y lo que estamos necesitando es volver a ganar la calle para apoyar a nuestro gobierno, para que cumpla con el contrato electoral de 2019. Para que efectivamente los salarios le ganen a la inflación.
Hoy estamos acosados por una derecha, una ultraderecha muy peligrosa. Sin embargo la mejor manera de combatirla es con el peronismo clásico. O sea, necesitamos que haya trabajo, que los salarios le ganen a la inflación, educación de calidad, salud de calidad, que nuestras familias tengan su vivienda propia.
Ni más ni menos. Si conseguimos que nuestro gobierno cumpla con este programa, no sólo tenemos 2023, sino que se abre toda una etapa muy importante para nuestro país. Este tiempo, y me parece que es importante, se van a poner en juego en las próximas elecciones, 75, 80 años de historia en la Argentina. Cuando en el año 2015 Macri ganó las elecciones, lo hizo mintiéndole a nuestro pueblo. Le dijo vamos a eliminar el impuesto a las ganancias; dijo vamos a mantener todo lo bueno y a cambiar lo malo; la inflación la vamos a resolver sin problemas; hasta nos prometieron que íbamos a seguir teniendo fútbol para todos. Y ganó las elecciones.
Hoy hacen campaña de una manera muy diferente. Hoy dicen no tiene que haber fútbol para todos, hay que cerrar las universidades, hay que privatizar Aerolíneas Argentinas, lo hacen con el discurso de la derecha. Quieren dolarizar la economía, quieren entregar todas nuestras conquistas históricas. Por eso este tiempo que se viene necesitamos el protagonismo de los de abajo nuevamente. Porque si nosotros perdemos las próximas elecciones lo que vamos a tener es un retroceso histórico grandísimo y a pesar de la sensación que muchos tienen encima, de que este tiempo ya es tiempo de retroceso para la clase trabajadora, es cuando más energía debemos poner, cuando más militancia debemos poner. Hoy es importante juntarse con las compañeras y compañeros. Hay que discutir, hay que juntarse, formarse y ganar la calle.
La unidad de los trabajadores, los movimientos sociales, estudiantiles, el sector cooperativo, el sector empresarial nacional. Tenemos que unirnos para que efectivamente haya un 2023.
Este 29 de Mayo quiero recordar a quienes fueron nuestros héroes y mártires del Cordobazo.
La idea de unidad que defendió Agustín Tosco con Atilio López. Si hay unidad de acción arrastramos al resto para la pelea que tenemos que dar. Si hay unidad, que no es una unidad vacía, es una unidad con programa, con consignas claras, para volver a recuperar los derechos que nuestro pueblo ha perdido este tiempo. Esa unidad nos la legaron nuestros héroes y mártires. Ellos sabían muy bien cuál era la tarea. Sabían que los sindicatos no podían ser esos sindicatos de pan y manteca, con la Obra Social, la peluquería y el hotel para el turismo. Esos compañerxs sabían muy bien que la tarea del movimiento obrero era la tarea de la liberación nacional.
Sin emancipación no hay suerte para lxs trabajadores. Esa unidad de los trabajadores para emancipar a nuestro pueblo, para volver a tener soberanía, para volver a juntarnos con otros líderes que están volviendo a recuperar lugares en América Latina. Y si junto a Boric, Evo Morales, Petro gana hoy en Colombia, y si pronto gana Lula en Brasil, entonces estamos en otras condiciones para dar la pelea.
Unidad, unidad, unidad. Lucha contra las políticas de ajuste. Unidad y movilización para que nuestro gobierno cumpla con su promesa de campaña.
Fuerza, muchas gracias por estar aquí y nos seguimos encontrando en la calle.
Palabras de Hugo Yasky:
Esta mañana, cuando llegué acá, había nada más que unos caballetes que se estaban empezando a colocar y no imaginé que después íbamos a tener esta cantidad de compañerxs compartiendo el locro del 29 de Mayo, del Cordobazo.
Lo primero es que quiero decirles gracias por la presencia. Gracias a todos los militantes que trabajaron, lo veo a Carlos que estaba tempranito haciendo el locro. A Carlos de ATE de la Verde y Blanca; a Olguita que estaba cortando el zapallo y a tantos otros que estuvieron haciendo el esfuerzo para que esto fuera posible.
A eso hay que agradecerlo porque es trabajo militante. No es una empresa de gastronomía la que preparó esto. Son compañeras, compañeros, que le pusieron a su día domingo un compromiso y es posibilitar que estemos acá reunidos hoy.
Creo que hay una frase que refleja bien el pensamiento de la clase dominante hacia nosotros y era la que repetía el compañero que fue el que señaló el camino en el periódico de la CGT de los Argentinos, Rodolfo Walsh, el autor de Operación Masacre, que nos decía: “Para la clase dominante la historia de lxs trabajadorxs siempre tiene que empezar de cero”. Siempre tenemos que empezar de la nada. Siempre tenemos que mirar para atrás y ver solamente la sombra de nuestras espaldas. Por eso es importante este tipo de encuentros que ojalá se estuviesen haciendo en todo el país.
Porque no es un encuentro que tiene que ver con la nostalgia, no es que estamos mirando por el espejito retrovisor lo que pasó aquel 29 de Mayo en Córdoba. Es parte de nuestra historia. Si nosotros no sabemos de dónde venimos es muy fácil que perdamos el rumbo y que no sepamos hacia dónde vamos. Si no somos capaces de reverenciar y rendir homenaje a los que salieron a la calle a luchar en un momento que era difícil hacerlo y que era más fácil y más cómodo estar sentado o agachando la cabeza delante del opresor de turno. Si no somos capaces de hacer eso, es muy fácil que perdamos el rumbo. Es verdad lo que dice la canción aquella “Todo está guardado en la memoria”, pero esa memoria hay que alimentarla, construirla, incentivarla, estimularla.
Hay muchos jóvenes trabajadores, trabajadoras de esta patria que tienen una idea vaga o que directamente no saben qué fue el Cordobazo. Capaz que le hablan del Cordobazo y se imaginan a la Mona Giménez en un recital. Nosotros tenemos que hacer que eso no ocurra. Es nuestra tarea.
No es que nos reunimos simplemente para hacer un culto a la nostalgia. Desde ya que tenemos que reverenciar a Atilio, a Elpidio, a Agustín, que es bueno que escuchemos la palabra de sus hijos. Porque también es bueno que, de cada uno de nosotros, el hijo que salga sea un hijo que no salga pateando en contra de los intereses de los sectores populares.
Tenemos un montón de gente de la política argentina, de hijos de grandes luchadores, que son hijos de otra cosa que ahora no vamos a decir porque estamos en una fiesta. Creo que este ejercicio hay que vincularlo con el presente y con la lucha y también con el futuro.
Hoy me decían, muchos compañeros, porque en estos momentos es como que doliera más, que Córdoba está pintada de amarillo. Me decían, me comentaban qué vergüenza que tendríamos que sentir los cordobeses cuando Macri dice que la provincia donde le gustaría afincarse es Córdoba, porque es la provincia donde ya se hizo el cambio cultural. Pero bueno, hay que avisarle, que por si acaso se busque otro domicilio, no vaya a ser que la provincia que hizo el cambio cultural un día lo saque a patadas de la provincia como lo sacamos nosotros del país.
Y esto que digo no es simplemente una bravuconada, porque si había un país de América Latina donde era imposible pensar que la derecha podía ser desalojada del poder; si había un país donde era difícil ese país es Colombia, ocupado directamente por los oficiales del Pentágono. Porque así como aquí funcionaban, me decía hoy Pablo, a mediados de la década del 70, los comandos (el Comando Libertadores de América) que para nosotros eran militares y policías en actividad, disfrazados de comando, así también en Colombia, el año pasado, esos comandos asesinaron a más de 320 dirigentes sindicales y sociales. En Colombia ustedes saben cómo mataron y reprimieron al pueblo cuando el año pasado salió a luchar hastiado del hambre, de la miseria y de la opresión, y hubo asesinatos a mansalva. En lugar de tirar balas de goma, tiraban directamente con balas de plomo. En ese país quizá hoy logremos una victoria.
Y cuando digo logremos, en plural, es porque es una victoria de nuestro pueblo también. Porque la batalla es en un espacio más amplio que el de nuestras provincias o de nuestros propios países. Es en ese territorio de América Latina, que algún día tendrá que volver a ser una Patria Grande, porque de lo contrario no habrá destino.
No podemos imaginar ni a Colombia ni a Brasil, siendo tan grande, ni a la Argentina, ni a México, y mucho menos al resto, enfrentando como una nación suelta el poder del imperio. Y muchos de los gobernantes que nosotros tuvimos, todos los que tuvimos durante el macrismo, son alfiles de ese imperio. Y algunos de los que nosotros tenemos hoy en nuestro gobierno, también son alfiles de ese imperio. Y muchos de los que gobiernan en las provincias, que como Schiaretti hablan del nuevo peronismo, del peronismo que viene, del peronismo moderno, del peronismo que interprete la sociedad de mercado, del que se saque de encima el peso de las viejas historias, muchos de esos hablan así porque están mandados como alfiles del imperio a hacer la jugada de destruir al peronismo, de convertirlo en un partido que no tenga ligazón con las luchas de la clase trabajadora. En un partido que olvide, que borre de su memoria que el peronismo nació en un acto de insurrección popular. Porque el 17 de Octubre del 45 fue eso. La oligarquía había encarcelado a Perón, había decidido que ese personaje tenía que desaparecer. Estaban revoleando la monedita a ver si era asesinado o directamente encarcelado y el pueblo salió a la calle y no pudieron parar al pueblo. Y esa fue la fecha de nacimiento del peronismo, del nacimiento del líder de los argentinos. Porque Perón mismo le escribe a Eva una carta diciéndole: “Querida Negrita, ahora vamos a poder disfrutar de nuestro amor”. Perón mismo estaba imaginando que ya no había destino.
Ahí nace el peronismo. Nace de la voluntad insurrecta, de la rebeldía, de la decisión de estar en la calle luchando. Y todos estos que vienen ahora a querer enterrar esa historia y ponerle cal encima para que desaparezca, vienen a hacer el trabajo sucio que no pudieron hacer las dictaduras, porque cada vez que quisieron derrotar al peronismo, cada vez que quisieron quebrarlo, la respuesta fue otra vez volver a la calle.
El peronismo tiene que ser el eje convocante de la unidad del movimiento popular. Nosotros necesitamos que todos los sectores de la izquierda, que no son patrullas perdidas, que no perdieron el rumbo, esa izquierda que sabe dónde está el enemigo, esa izquierda que sabe que la Sociedad Rural, la banca financiera, que los grandes dueños de las multinacionales, de los monopolios, que esa clase dominante dura de la Argentina es nuestro enemigo, esa es la izquierda con la que nosotros tenemos que construir la unidad del campo popular.
Y tenemos que hacerlo asumiendo que es desde la clase trabajadora que esa convocatoria se tiene que convertir en un llamado a salir a la calle nuevamente, porque es el movimiento sindical el que en este país siempre encabezó la resistencia de los trabajadores. No es casual que en el Cordobazo nombremos como líderes de ese movimiento a tres grandes dirigentes sindicales de su época, venidos de distintos lugares, pero tenían claro que aquí había que combatir. Ninguno se confundió. Y lo digo porque algunos que ahora se llaman de izquierda, suelen confundirse muy seguido.
Y nosotros sabemos que hay una divisoria de aguas. La lucha es contra la clase dominante y cuando hay en el medio un gobierno popular, con todos los errores que pueda cometer, como efectivamente los está cometiendo este gobierno popular, la clase trabajadora y el movimiento sindical no puede ser neutral. Porque la derecha no lo perdona a Alberto Fernández cuando comete errores. Los grupos empresarios no es que dejan de aumentar los precios porque ven un gobierno zigzagueante. La prensa de la clase dominante no es que deja de escupir en la cara todos los días de los que gobiernan porque ven un gobierno tibio. No, los quieren terminar de hundir, porque quieren llevar al pueblo argentino a la derrota y nosotros no les podemos hacer el juego, porque si un enemigo tiene la clase trabajadora y el pueblo de este país, ese enemigo se llama Sociedad Rural, Clarín, La Nación, la Cámara Argentina Norteamericana de Comercio y toda la masa de esa clase dominante, que efectivamente tiene los mismos planes, las mismas ideas, los mismos intereses que defendía Onganía, que defendió Videla, que defendió Macri.
Después se indignan. Cuando se lo decimos a veces en el Congreso, entonces el diputado Negri se hincha de indignación. Pero la verdad, lo digo con una mano en el corazón, establecer la diferencia entre lo que defienden en términos de clase dominante los que gobernaron con los milicos y los que gobiernan ahora con los multimedios, la justicia corrupta y los grupos de presión empresaria, es muy difícil. Hay que tener una especie de supermirada para ver alguna diferencia y no la vamos a encontrar. Son diferencias de lenguaje.
Creo que este es un momento difícil, complejo, en el que tenemos que señalar las cosas que faltan, las que se hacen mal. Ayer alguien dijo, creo que la vocera del Presidente, que los que critican les hacen el juego a los amarillos. Para mí entiendo que no. Entiendo que el silencio obsecuente, que el asentimiento en forma permanente, que el callar las cosas que uno sabe que se están haciendo mal. que el oportunismo de mirar para otro lado y no decir en dónde nos estamos equivocando, es lo que nos lleva derecho a la derrota. Ese silencio es el que nos lleva a la derrota.
Hay que hablar, señalar, decir las cosas cuando se hacen mal, hay que bancarse el precio que tiene eso porque muchas veces significa que en los lugares en que la CGT está la CTA no puede entrar. Hay que bancárselo, pero hay que demostrarle al pueblo argentino que hay dirigentes sindicales, del movimiento popular, que hay gente que está en el gobierno, que hay diputados, senadores, que no van a agachar la cabeza, que no van a soltarle la mano al pueblo argentino y que van a pelear para que no vuelva la derecha.
Se lo dije en la cara a muchos de ellos. Les dije miren, ¿saben cuál es el problema, saben por qué ustedes no están como estamos nosotros? Porque si perdemos la próxima elección muchos de ustedes van a volver a dar cátedra, otros van a ir a la empresa privada, otros van a volver a los estudios de abogados y el pueblo se va a cagar de hambre. El pueblo va a sufrir y eso es lo que nosotros no tenemos que dejar que pase. Ese es el compromiso grande que nosotros tenemos.
Nuestra manera de honrar el Cordobazo es ser coherente con estas banderas. El Cordobazo lo honramos cada vez que reclamamos por algo que es justo. Tenemos que pensar en que debemos recuperar la movilización. Es difícil porque es nuestro gobierno, pero así como lo pudimos hacer con el movimiento de mujeres, ese movimiento feminista que crece y que es un orgullo para todos nosotros, esas compañeras que salieron a la calle masivamente y que lograron la ley que la derecha no quería votar; del mismo modo que salimos a la calle el 24 de Marzo y fuimos millones; del mismo modo que fuimos a la Corte de Justicia en dos marchas que hicimos este año. Del mismo modo hay que seguir movilizando. Hay que recuperar la calle. Nos tenemos que movilizar por la ley para que paguen la deuda los que la fugaron, tenemos que pensar que el 9 de Julio cuando recordemos la Independencia, quizá sea el momento para que cientos de miles de argentinos, trabajadores, estemos movilizados, para decirles que paguen los que la fugaron, para decirles que no vamos a pagar con el hambre del pueblo al FMI. Son movilizaciones que le van a dar fuerza al gobierno, no que lo van a debilitar, al contrario.
Entre los fríos y los que tenemos el corazón caliente, algunos dirán y bueno, hagamos un promedio y nos unificamos en la tibieza. La tibieza nos va a matar. No podemos ser tibios, porque el enemigo ustedes lo ven, no nos da tregua. Ni media hora, ni medio día, ni medio minuto.
Entonces tenemos que pelearla. Creo que este lugar es el mejor lugar en el que puede estar hoy un dirigente sindical. Y este lugar, a esta hora, con ustedes, es el mejor lugar para decir que no nos derrotaron. Que no se confundan los que nos están tratando de firmar el certificado de defunción. Los que piensan que en 2023 estamos perdidos. Los que piensan que de esta manera y por este camino somos parte del pasado, que no se equivoquen. El pueblo argentino muchas veces la dio vuelta aun en situaciones peores que esta. Y ese es el gran compromiso que tenemos.
Para eso tenemos que seguir unidos, tenemos que seguir en debate. Tenemos que hacer muchos encuentros como este. Tenemos que construir organización, unidad. No le tenemos que soltar la mano a ningún compañerx. Con Pablo decíamos que vamos a presentar un proyecto por el caso de la compañera de los Municipales de Córdoba y lo firmaremos nosotros. Y entonces, si estamos de acuerdo en esto tenemos motivos para festejar.
No hay que recordar con dolor ni aun a los compañeros que nos asesinaron como a Atilio; ni aun a los que murieron en las condiciones tristes en que le tocó hacerlo a Agustín que no se podía tratar porque prácticamente era un condenado a muerte que sobrevivió en la clandestinidad. Hay que recordarlos con orgullo y sobre todo con alegría, porque tenemos que pensar que si tuvimos hombres y mujeres como esos que salieron a dar esa lucha en plena dictadura, estamos en condiciones de dar otras luchas y obtener otra victoria.
Gracias. Fuerza.
(*) con la estrecha colaboración de Prensa de ADIUC