Este viernes 26 de noviembre en el Camping Fuentealba de AGMER, sindicato docente de base de la CTA, se realizó el congreso ordinario y extraordinario de la Central en la Provincia de Entre Ríos. Con una apertura a cargo de su secretario general Sergio Elizar y los informes contables se aprobó la Memoria y Balance de la entidad.
Posteriormente se realizó la instancia Extraordinaria en donde se debatió acerca de los desafíos que plantea el resultado electoral en las legislativas y cuál es el rol de nuestra Central en un escenario de conflictividad social frente a la pretensión de las corporaciones de impedir todo avance del campo popular como salida a la crisis heredada por el macrismo y la pandemia que sea con distribución, soberanía y justicia social.
Asimismo se hizo referencia al Plenario de Avellaneda de la CTA Nacional en donde se plasmaron las definiciones de la Central en el presente contexto político.
A continuación reproducimos el Documento aprobado por unanimidad por un centenar de congresales provenientes de distintas localidades de la Provincia de Entre Ríos.
DECLARACION DE LA CTA DE LES TRABAJADORES ENTRE RIOS
Emitido en el Congreso Extraordinario de la CTA Entre Ríos como definición de Política Gremial 2022, con la participación de un centenar de congresales, en el Complejo Carlos Fuentealba de AGMER, en la ciudad de Paraná.
Hacia los 30 años del Grito de Burzaco contra la entrega a las políticas neoliberales y la fundación de la CTA.
En reconocimiento de los trabajadores de la salud y en memoria de todxs lxs trabajadorxs caídos por la pandemia
Por la profundización de un proyecto popular de liberación
La crisis capitalista en su etapa pandémica ha producido un efecto de depresión de las fuerzas productivas con el consecuente impacto en la economía mundial y su efecto en América Latina y en la Argentina en particular. Cómo impacta esta situación en nuestro continente, en los gobiernos que ya venían encarnando una nueva oleada progresista y en aquellos que lo hacen en simultáneo con la pandemia o durante su desarrollo requiere ser mirado con detenimiento.
Cómo ejemplos de diversidad regionales tenemos el regreso de las fuerzas populares al gobierno de Bolivia con Lucho Arce y apoyadas por Evo Morales, el ascenso de Castillo en Perú; las fuerzas antineoliberales que pugnan por avanzar en Chile y en Colombia, el grave deterioro de Bolsonaro en el Brasil, el ascenso al gobierno del Frente de Todos en la Argentina, la persistencia del sandinismo en un amplio frente de vocación transformadora en Nicaragua, la resistencia del gobierno Bolivariano en Venezuela y Cuba que resiste bloqueos imperiales más furibundos combinados con guerras mediáticas.
Junto a ello, el desarrollo y accionar del movimiento obrero, de los movimientos sociales, de los sectores de la economía popular, estudiantiles, del movimiento de mujeres. Entendiéndolo como expresiones que en su conjunto constituyen el sujeto social que en el marco de la más amplia unidad política de todo el campo popular construya una fuerte agenda de los sectores populares, como compromiso frente a esta etapa histórica.
El nuevo momento de la oleada progresista, como todo nuevo momento histórico, no es igual que el anterior, reúne diferentes condiciones que deben analizarse. Entre ellas la constitución solidificada de una derecha que actúa desde los gobiernos, y horadando estos procesos, avanzando sobre diversas capas de la población hacia un sentido común individualista, consumista; cuya expresión más grotesca y violenta son los autodenominados “libertarios”.
Por lo mismo, esa derecha ya no se encuentra sorprendida por un kirchnerismo que no podía caracterizar y que la encontraba desarticulada. Hoy esa derecha está articulada internacional, regional y nacionalmente con fuerte incidencia en cada una de las provincias. Cuentan con una amplia gama de medios, poder económico, funcionarios judiciales y redes de opinión. No se encuentran dispuestas a ceder ni un milímetro y por lo mismo la negociación no forma parte de su diccionario. Están en guerra abierta contra lo que ellos llaman populismo y nunca descartan la carta de la desestabilización y el desplazamiento del gobierno, sea por la vía institucional, judicial o mediante un golpe de estado. Está lista para actuar desde sus discursos y sobre la calle sin eufemismos.
En el caso de la Argentina lo hemos visto en las protestas policiales que se atrevieron a copar los ingresos de la Residencia de Olivos, mantener en vilo a la sociedad; desafiar las medidas de cuidado colectivo, desconocer leyes antidespido y si tuvieran los votos que necesitan en las cámaras legislativas comenzar a eliminar indemnizaciones como el primer paso para destruir todo el acumulado de derechos y resguardos legales que la clase trabajadora ha defendido con gobiernos democráticos y dictaduras incluídas en los famosos “70 años de populismo” del cual tanto se estremecen en citar; lo mismo cabe para la educación y la universidad pública a la cual quisieron destruir; la salud pública que ellos no hubieran sido capaces de sostener en una pandemia; y con muchos otros sentidos fuertemente arraigados en la sociedad como conquistas sociales institucionalizadas.
Y son los que hoy presionan para que el gobierno firme cualquier cosa frente al FMI y que finalmente la fuga de capitales, divisas y en definitiva el dinero del pueblo para Macri y sus amigos corruptos lo terminemos pagando con hambre, padecimientos, precarias condiciones de vida o con un proyecto de país que se desvanezca producto de las presiones y el poder de estos sectores que no tienen vergüenza, ética, ni responden a ningún sentido nacional.
También son los responsables de la pesada herencia institucional represiva al interior de las fuerzas de seguridad que desde la dictadura para acá asocian las movilizaciones populares, la toma de tierras, y toda expresión de resistencia en las calles, de contracultura, de diversidad, como el enemigo interno que se refleja en el asesinato de Lucas a manos de la Policía de Larreta en Buenos Aires o de nuestros hermanos mapuches a manos del gobierno de Chubut, renegando de su ancestral reivindicación sobre lo que les pertenece mas de 500 años después.
En el caso de Entre Ríos se trata para ellos de poner los tractores en las rutas cada vez que se hable de retenciones o impuestos que deben pagar; cada vez que se piense en medidas que regulen la economía en favor de que los alimentos sean accesibles para todas y todos, cada vez que se piense en esquemas distributivos; en que los estafadores de Vicentín devuelvan lo que se robaron, en que los ríos sean soberanos con control estatal, en regular la producción para no atar los alimentos al precio del dólar.
Creemos que es momento de exponer con crudeza y con la certera realidad el escenario en que nos encontramos y cuáles son las principales contradicciones. Se trata de derecha o gobierno popular, de conservadurismo o transformación; de oligarquía o pueblo; de liberación o dependencia.
A la salida de la doble pandemia que venimos sufriendo, la de un gobierno de los CEOs macristas que produjo una megadevaluación y pulverizó el poder adquisitivo de los trabajadores y con ello devastó la economía en términos generales y la del coronavirus producto de un modelo productivo internacional que pone la depredación del planeta como botín de guerra para el capital con su afán de lucro, las y los trabajadores tenemos mucho para decir, para proponer y para luchar como salida para un horizonte donde el proyecto de país se cimente sobre mejores condiciones de vida para todas y para todos.
A su vez, es necesario seguir construyendo más igualdad de género y justicia social. Nuestra central ha sido pionera y está a la vanguardia de la lucha feminista, por eso debemos operar en pos del Cambio Social, resonando en las propuestas emergentes de los activismos feministas y sexualmente disidentes, apostando a contribuir a la democratización de las relaciones generalizadas de poder, y a la construcción de una sociedad libre de violencias sexistas. La perspectiva de género es urgente y necesaria para comprender las relaciones y trabajar en consecuencia, acompañando sus procesos transformadores orientados a la salud en todas nuestras estructuras, porque la adaptación activa a la realidad en nuestro siglo supone transformar todo lo que haya que transformar para ser verdaderamente libres de todas las opresiones.
Hacemos un profundo reconocimiento a cada uno de las y los compañeros de esta Central en el sostenimiento de las acciones solidarias ante la emergencia sanitaria y alimentaria, la presencia territorial junto a cada una de las problemáticas del pueblo y en el desarrollo del Frente Barrial de la CTA.
Nos encontramos en un momento bisagra en donde se avanza distribuyendo la riqueza, atacando los núcleos duros de la concentración, desatando la soberanía energética, alimentaria y popular, fortaleciendo el aparato productivo con progreso económico para trabajadores y pymes, para la economía social, hacia la generación de puestos de trabajo, con paritarias salariales que recompongan el salario y control sobre los formadores de precios; así como la protección de nuestros sistemas previsionales; o se retrocede hacia el ajuste, los recortes presupuestarios y los persistentes intentos de liquidar los derechos laborales y sociales y finalmente ser una colonia al servicio de las élites y los dictados de sus amos de la Embajada Norteamericana.
Y ese momento bisagra nos debe encontrar unidos, cohesionados, unificados en torno a un programa que exprese las expectativas y anhelos de la clase trabajadora y su voluntad transformadora.
El panorama nacional y provincial clarifica nuestra tarea, que consiste en reafirmar el compromiso de seguir avanzando hacia la construcción colectiva de una muralla que nos permita frenar el avance de la derecha más recalcitrante. La unidad de criterios, la organización y la movilización, serán factores fundamentales en la articulación de los consensos necesarios del campo popular. Debemos garantizar el acompañamiento, como las exigencias en torno al desarrollo de un proyecto político, económico y social, que exprese un modelo de distribución de la riqueza equitativo, donde fundamentalmente se contemplé a los sectores más vulnerables y a la clase trabajadora. El sindicalismo argentino y su lucha gozan del prestigio y el reconocimiento de países hermanos. Y en ese camino nuestra central ha sido consecuente con su historia. Es por ello que debemos seguir protagonizando este tiempo caracterizado por tensiones y disputas que resultan medulares para el destino más inmediato de la Patria, teniendo en cuenta que la derecha es la contradicción principal.
Ejes programáticos
Reforma Tributaria para que paguen más quienes más tienen
Control de precios para terminar con los abusos y los aumentos injustificados en las góndolas sobre los productos básicos
Paritarias salariales que garanticen la recomposición salarial. Ningún trabajador/a por debajo de la línea de la pobreza
Defensa irrestricta de la Caja de Jubilaciones de la Provincia y su ley 8732
Soberanía Nacional sobre la Hidrovía del Paraná y dragado soberano sobre el río Uruguay
Por mayores presupuestos en Salud y Educación. Por mayores obras de infraestructura
Planes habitacionales para garantizar el acceso a la Vivienda Digna y reactivar la obra pública
Por la promoción y el desarrollo de la economía social. Fortalecimiento del Frente Barrial de la CTA
Libertad a todas las presas y presos políticos
Basta de violencia machista y de justicia patriarcal. Reforma Judicial feminista ya! Profundización de la agenda del movimiento feminista
Rechazamos toda represión a las luchas populares y a las reivindicaciones ancestrales de los pueblos originarios. Basta de violencia institucional
No a todo intento legislativo de reforma laboral a espaldas de los trabajadores
Rechazamos todo intento de aplicar el plan de ajuste del FMI
Por la unidad del movimiento obrero
Por la derrota definitiva de las políticas neoliberales
Por la profundización de un proyecto popular de liberación
CTA DE LES TRABAJADORES ENTRE RIOS
Paraná, 26 de noviembre de 2021