Ambas CTA, lideradas por Hugo Yasky y Pablo Micheli, apoyaron el proyecto de impuesto a las ganancias en la reunión de Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado.

Estuvieron presentes por CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, secretario general; Jorge Hoffmann, secretario general adjunto; Pedro Wasiejko, secretario general adjunto; Gustavo Rollandi, secretario de Organización; Eduardo López, secretario general de CTA Ciudad de Buenos Aires y de UTE y gremial de Ctera, y Francisco ‘Tito’ Nenna, referente de la Mesa Nacional. Por CTA Autónoma, Pablo Micheli, secretario general; José Rigane, secretario general adjunto, y Jorge Cardelli, secretario de Cultura, entre otros.

Intervención completa de Hugo Yasky, secretario general de CTA de los Trabajadores

Gracias por la oportunidad de expresar la posición de la Central de Trabajadores de la Argentina. Venimos junto las otras centrales que hablaron anteriormente a ratificar nuestro apoyo a este proyecto.
Les pedimos a las señoras y señores senadores que sin dilación se apruebe el proyecto que se ha enviado desde la Cámara de Diputados.
Creemos que si bien el proyecto no expresa en una totalidad las expectativas que teníamos y que hubiesen sido avanzar mucho más en el achicamiento del peso del gravamen, refleja una posición de consenso, sabemos que a veces entre lo mejor y lo bueno hay que optar por lo bueno y sería una excelente señal para las trabajadoras y trabajadores de este país que el Senado aprobara este proyecto.
Es un momento en el cual los asalariados, los compañeros y compañeras que dependen de planes sociales, cooperativizados, los que dependemos de un ingreso fijo, estamos viviendo una situación muy difícil. No vamos a descubrir nada si decimos que el peso de la crisis particularmente se descarga sobre los que tienen ingresos fijos.

Uno puede hacer un montón de consideraciones como las que hacían algunos empresarios a los que pude escuchar, y otros que seguí esta mañana a través de los canales de televisión, comparando datos estadísticos de la presión tributaria en los países centrales con los nuestros. Que el capital es cobarde y cuando se lo grava huye; de que la seguridad jurídica; que los inversores que están supuestamente monitoreando si avanzamos o no avanzamos con la reducción de esta carga van a venir o van a dejar de venir. Uno puede hacer inmensas elucubraciones, ahora lo que nadie puede negar con una mano en el corazón, es que aquí los que estamos pagando los platos rotos de la crisis económica tenemos un nombre, somos los que tenemos ingresos fijos, asalariados, cooperativizados, desocupados, trabajadores en negro, informales y trabajadores con convenio. Ésta es la realidad.

Entonces, creo que es un acto de justicia la reforma que se propone. Hubiese sido lo ideal, que esa pequeña diferencia que había, porque creo que el gobierno efectivamente está haciendo tremendismo, está tratando de generar una situación en la cual los senadores que aprueben este proyecto se puedan sentir como que están empujando a la Argentina y a las provincias a una suerte de abismo, pero digamos con una mano en el corazón, lo dicen incluso los diarios más cercanos al pensamiento del oficialismo. Era muy pequeña la diferencia que había. Se podía haber resuelto el mismo viernes a la noche, es un secreto a gritos, que no se sabe por qué no hubo la voluntad de hacerlo. Si era tan pequeña la diferencia que había y queda constatado en publicaciones que nadie puede acusar de favorecer al movimiento obrero, como pueden ser los diarios La Nación y Clarín, evidentemente, me hago la pregunta: ¿cuál es la razón por la que ahora estamos inmersos en esta discusión, como si estuviéramos prácticamente abriendo las puertas del infierno?
No, estamos resolviendo de manera imperfecta quizá, pero de la forma que se podía hacer, una deuda que había con los trabajadores. Deuda, a tal punto asumida con los trabajadores que tienen ingreso fijo, que el propio gobierno basó gran parte de su campaña electoral, en una promesa, que incluso excede mucho este proyecto, porque habló directamente, quien es hoy Presidente de la Argentina, de eliminar el gravamen.

Cómo no vamos a estar de acuerdo con gravar los juegos de azar, los inmuebles ociosos, el dólar a futuro, la minería, que tiene que empezar a pagar nuevamente algún tipo de gravamen.

Cómo no vamos a estar de acuerdo con que las maestras que trabajan en la Patagonia y que su sueldo, por cobrar zona desfavorable, les permite sobrevivir en condiciones que son imposibles de imaginar desde este lugar de la Capital Federal, cómo no vamos a estar de acuerdo que esas maestras dejen de ver mermado el fruto de ese esfuerzo y ese aporte que hacen a la patria con la reducción del impuesto, sobre la zona desfavorable.
Lo mismo que se mencionaba acá del tema de horas extras y lo mismo podríamos hablar de una infinidad de situaciones.

Es un acto de justicia y creo que llegando al final de este año, que ha sido muy duro. Año de conflictividad social alta. Que es un año que a muchos trabajadores nos va a encontrar en peores condiciones que las que teníamos en otras épocas. Que es un año que en muchos hogares, lamentablemente lo que va a haber es sensación de amargura, impotencia, quizá de falta de perspectiva de futuro.
Entonces sería muy importante, que una de las últimas señales de este año, así como se aprobó la Emergencia Social, sea aprobar la reforma del impuesto que hoy estamos planteando.

Nosotros estaríamos profundamente agradecidos a los senadores, si pudiéramos eludir el camino de llevar este proyecto a un laberinto legislativo y a terminar en una especie de gatopardismo que terminaría frustrando las expectativas de los que realmente creyeron, que con el cambio que se produjo en la Argentina se podía resolver este tema.
Agradecemos y reiteramos, somos todas las centrales sindicales de este país las que estamos apoyando este proyecto.

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