En momentos en que una pacífica marcha de los trabajadores de los Astilleros Río Santiago, pasaba por la puerta de la Universidad Nacional de La Plata, la policía provincial inició una brutal represión.

Las imágenes televisivas, así como los relatos de los compañeros, son elocuentes: la saña con la que la fuerza de seguridad al mando de la gobernadora María Eugenia Vidal la emprende contra los trabajadores no admite justificación alguna. A tal punto llegó la brutalidad que un patrullero provincial atropelló ex profeso a un grupo de manifestantes, quienes sufrieron heridas que, en algunos casos, obligaron a la inmediata hospitalización.

La legítima lucha de los más de 3000 operarios se funda en la denuncia del cierre y posterior privatización de los astilleros. De hecho, la gobernadora aprobó un presupuesto de $90 millones y, en lo que va del año, sólo ejecutó seis millones.
Cabe destacar que la represión se desarrolló, con profusión de gases y balas de goma, frente a las puertas de la Presidencia de la Universidad, lugar donde se estaban velando los restos de Chicha Mariani, quien fuera fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo.

La CTA reitera su completa solidaridad para con los compañeros de Astilleros, al tiempo que reafirma su convicción de que el ajuste y la miseria a la que el gobierno de Cambiemos condena a la mayorías populares sólo puede cerrar de este modo: con represión y más represión.

Sin embargo, la larga tradición de resistencia en la que se funda la historia de los trabajadores y el pueblo argentinos impedirá que Macri y los suyos consumen sus objetivos.

Carlos Girotti
Secretario de Comunicación

Hugo Yasky
Secretario General

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