La Intersindical de Cultura RADAR realizó en el CCK el 4º Encuentro de Trabajo y Cultura, con la presencia del compañero Evo Morales Ayma, expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia; nuestro secretario general de la CTA, Hugo Yasky; la periodista y directora general de Contenidos de la revista Caras y Caretas, María Seoane; el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, con moderación de María Fernanda Ruiz, coordinadora de Medios Digitales en la TV Pública.
A dos días de conmemorarse el 16º aniversario del rechazo al ALCA, el encuentro tuvo como eje plantear los “desafíos para el campo popular en Argentina y la Patria Grande”. La actividad se enmarca en un trabajo conjunto entre el Ministerio de Cultura de la Nación y la red Intersindical de Cultura RADAR, conformada por gremios de la CTA, la Corriente Federal de Trabajadorxs y la CGT.
A las 18:30 en punto, la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner recibió con cánticos de hinchada al líder cocalero y primer presidente originario del Abya Yala: “¡Olé, olé, olé, olé, Evoo, Evoo!”. En las primeras filas, unas mujeres agitaban tres banderas que unían con sus manos: una Wiphala, una bandera de Bolivia y otra de Argentina. “¡Viva la Patria Grande!”, gritó un compañero.
“Existen hoy dos modelos en pugna: el del neoliberalismo financierista, de concepción imperialista feudal y el de autorrealización de los pueblos”, sostiene el comunicado de la Intersindical de Cultura RADAR que María Fernanda Ruiz leyó para dar inicio al acto, que se trasmitió en vivo a través de las redes sociales. “Vemos cómo este neoliberalismo financierista avanza como una nube sobre nuestros pueblos y se impone por mecanismos que apenas guardan cierta formalidad democrática y si la impostura no les es suficiente recurren lisa y llanamente a las armas. Pero su mayor fuerza reside en su poderoso artefacto culturizador y su inmensa capacidad de colonizar subjetividades”, continuó.
María Seoane, escritora, periodista, ex directora de Radio Nacional, expresó que “no hay posibilidad de resistencia, de libertad, de tradición cultural, de construcción de un país, de un pueblo libre, de una argentina más justa, sin el movimiento obrero”. “Pertenezco honrosamente a la generación del 70, que aprendió a conocer la naturaleza de la clase dominante argentina. Es una naturaleza estigmatizadora del movimiento obrero. Desde Civilización o Barbarie hasta ‘los indios mal entretenidos’, ‘los vagos’, ‘los subversivos’, ‘los ácratas’. La estigmatización del movimiento obrero era una condición sine qua non de la cultura angular de la clase dominante argentina. Por tanto, la primera iniciación del movimiento obrero es la autodefensa de sus valores, de su trabajo; la sobrevivencia de su familia, de las leyes que se conquistan y se defienden”.
Por otro lado, Seoane señaló que hubo en Argentina tres grandes olas del neoliberalismo: la dictadura cívico militar del 76, el menemato y el gobierno de Mauricio Macri (el PRO); y que la deuda contraída con el FMI tuvo como objetivo “cimentar las bases para una cuarta ola neoliberal”. “Para nuestro pueblo tiene que ser muy claro contra qué se pelea. Tiene que ser dicho porque necesitamos entender muy bien a lo que nos exponemos”, subrayó.
En tanto, el diputado nacional y candidato a renovar su banca, Hugo Yasky, también presidente de la Internacional de la Educación para América Latina, expresó: “Frente a todas las dificultades que tenemos, frente a la adversidad, el movimiento popular en América Latina sigue vivo, sigue avanzando, sigue planteando horizontes y luchas de emancipación y sigue también teniendo la capacidad de producir transformaciones que muchas veces han sido negadas, multadas y reprimidas. Pero lo cierto es que cada vez que en un país de América Latina gobernó la derecha, como acá, a partir del triunfo de Mauricio Macri, hubo algo que empezó a hacerles temblar el piso, y fue la resistencia popular, la movilización popular. Fueron los trabajadores, en el caso de la Argentina; fueron los campesinos, en muchos países de América Latina; fueron también las organizaciones sociales las que construyeron tiempos de resistencia que posibilitaron, como sucede hoy en nuestra patria, en nuestro país, volver a tener un gobierno popular”.
A su vez, Yasky coincidió con Seoane. “Hay una clase dominante en Argentina que expresa no solamente un pensamiento reaccionario sino fundamentalmente que interpreta a ese poder fáctico, a esas corporaciones, a esos grupos que tienen sus tentáculos hacia el sector financiero, el sector rural, que manejan grandes medios de comunicación, que son dueños de fundaciones, que tienen lazos carnales profundos con la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica, que saben interpretar el mandato de los dueños del poder económico. Pero tienen un problema, su propuesta siempre huele a viejo, a pasado, a un guiso recalentado, como dijo en la CTA Álvaro García Linera, al que a veces le tienen que echar mucha pimienta, como la que echa Milei para taparle el olor a podrido. Estamos viviendo permanentemente el reciclado de viejas recetas que siempre fracasaron”, dijo también en relación a los dichos de López Murphy sobre que el proyecto de eliminación de las indemnizaciones por despido de Lousteau y otrxs diputadxs de Cambiemos es un planteo que Murphy también había hecho hace 23 años.
“Ese movimiento pendular para nosotrxs no es gratuito. No es que después que gobierna la derecha vuelve el movimiento popular y continuamos la historia en el mismo punto en el que habíamos quedado. Continuamos mucho peor porque crece la pobreza, la miseria, crece la destrucción del aparato productivo y se degradan sectores de clase media como nunca vimos en otras épocas en nuestro país. Pero también es cierto que ellos no tienen perspectiva de gobierno, no tienen perspectiva de un proyecto nacional que pueda perdurar en el tiempo y por eso ese afán destructivo. Si ellos volvieran a gobernar la Argentina sería más profundo el daño. En América Latina hay condiciones para soñar con eso que quedó inconcluso, a mitad de camino, y que denominamos Patria Grande”, señaló Yasky y en otro tramo de su discurso agregó: “No hay patios traseros, hay pueblos que quieren construir la unidad, la emancipación, la liberación”.
“Si hay algo que las oligarquías de este continente odiaron, si hay algo que no perdonan es haber constituido en Bolivia el Estado Plurinacional. Todavía tenemos la rémora de los estados coloniales. El otro día estuvimos reunidos con representantes de pueblos originarios que están pidiendo que en el próximo censo se incluya la pregunta a acerca de la lengua materna y del pueblo de pertenencia. Para tener una idea de lo que significa que en Bolivia se haya terminado con el Estado neoliberal, blanco, machista, estigmatizador de los pueblos originarios y también, como decía María, de los obreros, de ‘los cabecitas negras’, de ‘los marrones’, de todo lo que no sea la expresión de ese patriarcado reaccionario”, planteó Yasky y concluyó con algunas propuestas: “Necesitamos unidad del campo popular, no significa eliminar por decreto las contradicciones que pueda haber. Pero significa saber que cada diferencia, cada contradicción debemos resolverla en un marco en el que necesariamente dejemos a salvo la integridad del frente político que nos representa. Y lo otro es protagonismo del movimiento popular, del movimiento de mujeres, de los trabajadores, de las organizaciones sociales, de la juventud. Con un programa que sea de transformación. Lo que nosotros no podemos esperar es que yendo de furgón de cola de la derecha algunos de los problemas de nuestro pueblo se puedan resolver. Debemos recuperar terreno, oxígeno, ir a la próxima elección y darla vuelta. Demostrar que estamos de pie”.
“La cultura neoliberal es una cultura de dominación y generan falsos paradigmas o dicotomías que fomentan la división entre lxs argentinxs”, afirmó Sergio Palazzo, candidato a diputado nacional por el Frente de Todxs, y agregó: “En esta discusión sobre la cultura neoliberal, o la cultura popular, de un lado están ellos con sus valores que tienen que ver con que todo lo que hagan será para mejorar su posición económica y acrecentar su concentración de la riqueza. Ellos fomentan la cultura del individualismo para que nosotros perdamos de vista lo colectivo, fomentan la cultura de la meritocracia en función de un proyecto individual y no colectivo. Y, por último, también lo que hacen, y particularmente tiene mucho que ver la comunicación de los medios hegemónicos, es la destrucción de la autoestima del pueblo argentino”.
Por otro lado, Palazzo mencionó dos puntos de inflexión en la historia de la Argentina: “A Alfonsín le tocó transformar el país de la dictadura a la democracia. Y a Néstor y Cristina, fomentar la participación política”. A su vez señaló que “los actores de poder fueron mutando. Los sujetos de poder económico pasaron a ser sujetos políticos durante el menemato. Y en el 2015 encontraron su sujeto político en Macri. Él no es el poder, sino que detrás están cual titiriteros. No hay que permitir que la derecha en Argentina tome el poder”, pronunció.
El ministro Tristán Bauer contó que conoció a Evo durante el acto en Mar del Plata en que los presidentes de Latinoamérica, junto a Hebe, Maradona, Chávez, a quienes nombró, se unieron en un grito unánime en rechazo al ‘Área de Libre Comercio de las Américas’ (ALCA), el 5 de noviembre de 2005. Comentó que le presentaron a Evo como un compañero que iba a ser futuro presidente de Bolivia y efectivamente ocurrió. Mientras lo relataba, Bauer se emocionó y quedó en silencio durante unos segundos. Volvió a emocionarse cuando, tal como lo hizo el presidente Alberto Fernández, le pidió perdón a Evo porque en el contexto del golpe en Bolivia, Argentina no envió médicos ni libros al país hermano, sino gases y elementos de represión. “¡Fue Macri!”, gritaron desde el público.
“Vamos a trabajar todos los días por la hermandad de los pueblos. La diversidad de los pueblos es bandera”, manifestó Bauer. Por otro lado, se refirió a la importancia del territorio virtual y al ciberespacio. “No podemos renunciar a esos territorios”. Y habló de “técnicas de microsegmentación” que usa la derecha que “permanentemente están generando sentido”. “Quieren robarnos la palabra libertad y esa palabra les pertenece a los pueblos”, señaló y concluyó: “Construyendo Patria Grande vamos a llegar a la victoria”.
Evo Morales arrancó diciendo que “la lucha de la humanidad es por quien controla los recursos naturales. Los recursos naturales son de los pueblos, bajo la administración de los Estados. O son de los privados, bajo el saqueo de las transnacionales. Y en Bolivia no toleraron que los llamados indios hemos encabezado la recuperación de los recursos naturales. El imperio no acepta que haya otro modelo económico, mejor que el modelo económico del neoliberalismo sometido al imperialismo. Y hemos demostrado, gracias a los movimientos sociales, no solamente el movimiento indígena, obreros, campesinos, mineros, petroleros, maestros, por supuesto acompañados por artistas, profesionales, la clase media, intelectuales, que Bolivia tiene mucha esperanza. Pues, ese es nuestro pecado: haber garantizado la esperanza”.
“En el Foro de San Pablo, en el de Porto Alegre, siempre se gritaba ‘Otro mundo es posible’ y en Bolivia demostramos por 13 años que otra Bolivia es posible”, definió Evo. En otro tramo de su intervención, destacó: “La doctrina norteamericana proclama independencia sindical, pluralismo ideológico. So pretexto de independencia sindical, los sindicalistas no podían hacer política partidaria. Y desde el movimiento indígena dijimos ‘también tenemos derechos políticos’. Entonces, para cambiar hay que ejercer el movimiento político. Los instrumentos sociales siempre tienen cierto poder. En Bolivia hay poder comunal, poder sindical, poder social. Cuando nos planteamos nacionalizar los recursos naturales con el poder sindical no podíamos nacionalizar. Era necesario gestar un movimiento político. De ahí el llamado MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos). Primero unirlo, desde el movimiento indígena campesino originario; segundo, con todos los sectores sociales y tercero, con todos los partidos de izquierda: comunista, socialista y rompiendo esa doctrina norteamericana”.
“Demostramos en lo político cómo refundar Bolivia, casi a 200 años de esa inmoral Doctrina Monroe de ‘América para los norteamericanos’. Dijimos ‘América plurinacional de los pueblos para los pueblos’. América Plurinacional no es compatible con el Capitalismo ni con el Imperialismo. Esa es nuestra profunda diferencia. Quién es el capitalista, la transnacional minera, petrolera que viene a saquear nuestros recursos. Robo, saqueo, esa es la historia. Por eso el 1ro de Mayo de 2006 no me tembló la mano para nacionalizar”, aseguró Evo y contó una anécdota con el ex presidente Néstor Kirchner. “Cuando nacionalizamos las trasnacionales dijeron que no iban a invertir. Y Néstor Kirchner me llama ‘Evo, convocá a la prensa. Si las personas no quieren invertir, nosotros Argentina, como gobierno vamos a invertir en Bolivia’”, lo apoyó Néstor.
Por último, Evo agradeció las muestras de cariño, y que durante el golpe le hayan salvado la vida, gracias a las gestiones de Alberto y la ayuda de lxs compañerxs de la CTA de lxs Trabajadorxs. “El plan del norte es proscribir al MAS”, alertó e hizo un llamado a la unidad: “No es posible que, por diferencias internas, fracasemos. Nuestros pueblos necesitan nuevos líderes enamorados de la patria y no de la plata”.
Al finalizar las exposiciones, dos referentes de la Intersindical de Cultura RADAR le regalaron a Evo un cuadro donde en palabras blancas fileteadas sobre un fondo rojo se leía “Trabajo es Cultura”.
Entre el público también se encontraban presentes, Carlos “Chino” Zannini, procurador del Tesoro de la Nación, y el embajador de Bolivia en Argentina, Jorge Ramiro Tapia, entre otrxs compañerxs.
Video de la transmisión a través del Facebook de la CTA: https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=914215479241642