Las mentiras deliberadas pronunciadas por el presidente Milei en su discurso de asunción no tienen otro fin que el de justificar las penurias que infringirá contra los habitantes de nuestro país en el futuro inmediato.
Con el objetivo apenas disimulado de lavar su responsabilidad de la crisis en la que va a hundir a nuestro país con sus recetas neoliberales, falseó todos los datos que pudo. Si al asumir Macri en 2015 inventaron lo de una “crisis asintomática”, hoy hablan de una “crisis inevitable” para culpar de shock que sufrirán las mayorías producto de la hiperinflación y el hiperdesempleo que promueven las medidas de ajuste.
Son falsos los datos que menciona sobre una “hiperinflación plantada” de 15.000 por ciento y una pobreza de 62 puntos, así como los del déficit fiscal y la deuda externa. Pero, sobre todo, es profundamente falso que el ajuste sólo vaya afectar al Estado y no al sector privado. El efecto inmediato de la pérdida de empleo por despidos en el sector estatal y por el freno a la obra pública sumado a la baja brutal de poder adquisitivo por la quita de subsidios y el aumento tarifario traerá una recesión sin precedentes en el sector privado (pymes, emprendedores, cuentapropistas e incluso grandes empresas) que sentirán una fuerte contracción de la demanda. La contracción económica que deviene del ajuste del gasto público y de la transferencia regresiva del ingreso, siempre tiene efectos en toda la economía directa o indirectamente de forma espiralizada a través de la contracción del consumo y por lo tanto de la demanda agregada afectando a la mayor parte de los sectores productivos y de la población en general.
A continuación, desde la CTA-T, desmentimos, uno a uno, los disparates con que Milei buscar anticiparse al deterioro de nuestras condiciones que provocará con sus políticas económicas.
1. “(Este gobierno) nos deja déficits gemelos por 17 puntos del PBI. Luego dice que son 15 puntos de déficit fiscal”
Es falso porque para decirlo suma los pasivos del Banco Central (las LELIQS y los pases pasivos) que representarían el 10% más un 5% del Tesoro. Incluir los pasivos del BCRA no está definido en ninguna metodología de estadística pública ni en Argentina ni en el mundo. El 5% que atribuye al Tesoro (que sería el verdadero déficit fiscal, según cualquier metodología estadística) también está sobrestimado, dado que el dato anualizado que publica la Oficina Nacional de Presupuesto alcanzó un 3,7% en octubre (y es probable que no se aleje de esos niveles en los últimos 2 meses del año).
2. “Nos dejan una inflación plantada del 15.000% anual”
Este dato no tiene no tiene ningún tipo de rigurosidad técnica. Lo asocia con los pasivos del Banco Central y el “dinero sobrante” como si fueran la única causal de la inflación. Proviene de otra falsedad: la de decir que la inflación está “viajando” a un ritmo del 300% anual. Este valor está muy por encima de la realidad actual: el IPC de octubre que publica el INDEC (instituto cuya conducción Milei aprueba y mantiene en el cargo) marcó una inflación interanual de 142,7% y aun incluyendo los datos estimados para noviembre, no superará el 170% interanual.
Exagera un escenario para justificar lo que vendrá: la inflación empeorará con las medidas que se apresta a tomar su propio gobierno como la devaluación del tipo de cambio oficial, la supresión de las políticas de control de precios, la quita de subsidios a las tarifas que ya anunció se llevarán a cabo.
3. “Eso llevaría a la pobreza al 90% y a la indigencia al 50 %”
Como todas las medidas que propone aumentarán los niveles de pobreza e indigencia, Milei arroja esa cifra que el mismo reconocen que “parecen un disparate”, porque en realidad lo son, para que cualquier número menor parezca soportable. Ni en las peores crisis de la historia recientes se dieron esos números de pobreza. En octubre de 1989, año en que hiperinflación superó el 3000 % el INDEC midió un 38% de las viviendas estaba por debajo de la línea de la pobreza. En la crisis de la convertibilidad en 2001 alcanzó el 46 % y cuando asumió Néstor Kirchner estaba en 62 %. Al finalizar el segundo mandato de CFK había bajado al 30 %, Macri la subió al 35 % y hoy está en el 40 %. Llegar al 90 % que se propone Milei sería tan difícil que cualquier fracaso se podría vender como un alivio.
4. Deuda de 100 mil + 420 mil + 90 mil + 25 mil.
Además de sumar ítems de manera antojadiza, como el juicio por YPF que aún no se concretó, omite decir que el mayor problema de deuda lo dejó el gobierno de Macri (cuyo ministro de finanzas fue Luis “Toto” Caputo a quien Milei erigió como Ministro de economía de su gobierno) para “solucionarlo” y se trata de la deuda en moneda extranjera que alcanza los 267.000 millones de dólares, monto que prácticamente no creció durante el último gobierno (solo en 5.000 millones en 4 años).
5. “La economía no crece desde el año 2011. Hace más de una década que vivimos en estanflación.”
No es cierto que la economía haya estado estancada en todos los años de este período. Hubo años en los que decreció, los del macrismo cuando bajó un 3,6 % y durante la pandemia que, como en todo el mundo descendió cerca de 10 puntos. Para quedar parejo en todo el ciclo tuvo que crecer al menos módicamente entre 2011 y 2015 y entre 2019 y 2023.
6. “Tenemos salarios promedio 6 veces más bajos que en la convertibilidad y si hubiera seguido ese plan serían de 3500 dólares.”
No resiste el menor análisis. Si medimos el salario a precios constantes (es decir el poder adquisitivo en nuestra economía), la mediana del salario (que mide mejor que el promedio porque evita el sesgo de la punta de la pirámide salarial), creció entre el 2001 y 2015 un 73%. A pesar de la contracción sufrida durante el macrismo y el último gobierno, el nivel de la mediana del salario está un 44% por encima del final de la convertibilidad.
7. “El empleo formal en el sector privado se mantiene estancado en 6 millones de puestos de trabajo”
Los empleados asalariados registrados del sector privado crecieron en 400.000 a lo largo del gobierno de Alberto Fernández (entre diciembre de 2019 y septiembre de 2023). La creación de empleo en el marco de este gobierno fue positiva, y por ello se mantuvo reducida la tasa de desempleo. En cambio, durante el gobierno de Macri, el número de estos empleados registrados había disminuido en 220.000.
8. “El 84 % de nuestros chicos no terminan la escuela en tiempo y forma”
La trampa de esta afirmación es considerar que terminar “en forma” es con los “conocimientos esperados en lengua y matemática”. En Argentina los datos duros muestras que de los estudiantes que empezaron su escolaridad en 2011, el 61 % llegó al último año de la secundaria en un plazo de 12 años. Esta cifra supera al 46% en la cohorte 2005-2016 y al 53% en la cohorte 2009-2020, lo que muestra una mejora continua en el porcentaje de estudiantes que llegan al último año a tiempo. Los “conocimientos esperados” se basan en las pruebas PISA, que miden en el tercer año de la secundaria y no al finalizar la escuela obligatoria y lo hacen desde contenidos que no fueron los enseñados en nuestro sistema educativo. Aun así, los últimos resultados muestran que. en el marco de los que el Informe PISA llamó “una caída de rendimiento sin precedentes” donde el promedio de OCDE cayó 15 puntos en matemática y 10 puntos en lectura, nuestro país mantuvo los niveles de 2018, pese a la pandemia.
9. “Si en la pandemia hubiéramos hecho las cosas como la media del mundo hubiéramos tenido 30 mil muertos y 130 mil.”
Una falsedad que no admite comparaciones. El caso más cercano es el de Brasil, que con Jair Bolsonaro tuvo una política opuesta a la Argentina durante el Covid-19. Allí murieron seis veces más habitantes que en nuestro país, mientras que su población es cuatro veces y media mayor que la de nuestro país. Pero, además, el Covid y los fallecimientos se subdiagnosticaron y se subinformaron en la región, el dato relevante es que, en 2020 y 2021, el exceso de mortalidad de nuestro país fue del 18,2 por ciento, uno de los registros más bajos de América Latina. Fue sensiblemente más bajo que la mayoría de los países de la región, como Brasil (34,3%), Ecuador (35,3%), México (42,6%), Colombia (44,2%), Paraguay (55,2%), Bolivia (57,9%) y Perú (60,9%).
10. “Solo el 16 % de nuestras rutas están asfaltadas y mueren cerca de 15 mil argentinos por accidentes de tránsito”
Según estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2022 (último dato disponible) hubo 3.828 víctimas fatales por siniestros viales en la Argentina. Es un dato lejano al mencionado por el presidente Javier Milei.