Por esas cosas de la vida, han coincidido el vigésimo aniversario del inicio de la Marcha Grande y la realización del Plenario Nacional de Secretarios Generales de la CTA. Dos hechos históricos, sin duda, de nuestra Central.

El 26 de julio de 2000 salía desde Rosario la marcha que uniría aquella ciudad con la Plaza de los Dos Congresos. Trescientos kilómetros caminados por más de cuatrocientos marchantes para impulsar el Seguro de Empleo y Formación, verdadero antecedente de lo que el gobierno popular de Cristina Fernández de Kirchner instituiría años después como la Asignación Universal por Hijo. Este 27 de julio de 2020, exactamente dos décadas más tarde, el presidente Alberto Fernández inauguraba el Plenario Nacional de la CTA, dirigido por Hugo Yasky, que se realizaba de forma virtual por imperio de la pandemia y la responsable aplicación del aislamiento social preventivo y obligatorio.

Acostumbrados a la asamblea, a la lucha de calles y a las movilizaciones, tuvimos que apelar a la tecnología para comunicarnos y entonces, oh sorpresa, los 264 participantes del encuentro que hacíamos gracias a las plataformas digitales vimos cómo, de repente, se sumaban de a cientos las y los espectadores hasta llegar, en un momento dado, a totalizar 2214 en todo el país. Duchos en el arte de organizar actos multitudinarios y esquivar palazos y balas de goma, comprendimos que allí estaba ocurriendo algo muy importante. Tal vez, tan o más importante que aquello otro.

Es que cuando la dura estadística de los fallecimientos diarios, a causa del virus, adquiere el rostro desencajado de las y los deudos; cuando nuestras compañeras y compañeros que trabajan en la salud pública, o en las escuelas, o que militan en las barriadas del desamparo llevando un plato de comida a los más necesitados, sienten que pelean en una batalla desigual; en suma, cuando la pandemia parecería ganarnos la partida, allí se planta este plenario virtual teniendo como invitado, ni más ni menos, que al mismísimo presidente de la Nación.

Entonces, las Resoluciones votadas para enfrentar la salida de la crisis impuesta por el desgobierno del macrismo y los efectos de la pandemia, adquieren otra impronta. Es la respuesta del mundo del trabajo a las pretensiones del gran capital; es la reacción de quienes apenas si pueden vivir de su trabajo porque quienes viven del trabajo ajeno quieren seguir enriqueciéndose más; es la propuesta meditada, concreta y fundamentada de quienes, aun resistiendo la opresión y la explotación, se dirigen a la sociedad toda marcando un rumbo de salida frente a la crisis.

Hubo algarabía al cierre del Plenario. Los abrazos, los besos, las palmadas y los cantos, aquello que siempre ocurre en el calor inmediato de los eventos masivos que sabemos protagonizar, esta vez tuvieron que ocurrir a través de las pantallas de las computadoras y celulares. Sin embargo, hasta esa distancia pudimos acortar gracias al esfuerzo y la dedicación de compañeras y compañeros que pusieron lo mejor de sí para garantizar la conectividad. Luciano Ciotti, Paula Lázara, Quique Rositto, Guillermo Acedo, Martina Richards, Pocha Pagano, Patricia García y Ana Belén Marrello, lograron que esa red de teléfonos y computadoras funcionaran al unísono y nos comunicáramos. Un triunfo épico en tiempos de pandemia.

(*) Secretario de Comunicación de la CTA

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