Con 40 votos a favor y 30 en contra, la normativa que regula el teletrabajo entrará en vigencia a los 90 días de que se haya declarado oficialmente la salida del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio.

En momentos en que la modalidad está en expansión como consecuencia de la pandemia de coronavirus, la iniciativa obtuvo 40 votos a favor, del oficialista Frente de Todos y el Frente Renovador de Misiones, y 30 en contra, de Juntos por el Cambio, el Interbloque Parlamentario Federal y el Frente Juntos Somos Río Negro, aliado habitual del oficialismo.

El secretario general de la CTA y diputado nacional Hugo Yasky, detalló los alcances del proyecto avalado por ambas Cámaras: “La ley de teletrabajo que se aprobó ayer en el Senado va a ser una de las tres leyes que en el mundo empiezan a dar cuenta de esta nueva modalidad que se extiende en este periodo de la pandemia, en que va a incorporar a millones de trabajadores y trabajadoras dentro de esta modalidad. Es una ley que establece un piso mínimo de derechos elementales que significan por ejemplo la posibilidad del trabajador de tener las mismas atribuciones que cualquier otro en relación con su actividad sindical, que garantiza el derecho a la desconexión, evitar que los horarios sean líquidos y se derramen sobre la vida de las personas en el hogar; el derecho a la intimidad del hogar, para ponerle límite a la supervisión o a la intrusión de la empresa en horarios que no son los que corresponden al de que fija la jornada laboral; el derecho también a que la empresa se haga cargo del equipamiento del pago de lo que corresponda a las tarifas, que signifique poner en marcha ese equipamiento; el derecho a la reversibilidad, sobre el que los empresarios han pretendido hacer un cuestionamiento casi diríamos como si fuese una concesión escandalosa a los trabajadores y no es tal. El derecho a la reversibilidad es simplemente que si alguien comenzó trabajando en el lugar físico de la empresa y después por x motivo pasó a desempeñarse en teletrabajo y un día en su hogar las condiciones cambian, se separa, se produce algún hecho que modifica la posibilidad de que el clima del teletrabajo se siga desarrollando normalmente, este trabajador en vez de quedar despedido tenga la posibilidad de volver a la empresa en términos presenciales”.

“La verdad, la posición del empresariado demuestra que cualquier ley, aunque sea para establecer derechos elementales como esta, para ellos es motivo de retroceso en la competitividad, es motivo de conspiración contra su rentabilidad. Se han escuchado realmente fundamentaciones de muy bajo nivel por parte de los empresarios. Hay que decir que un sector del empresariado pyme apoyó. Esto demuestra que es el que está más cerca, en su condición de pyme, de la realidad y de la necesidad de los trabajadores. La ley es un piso y a partir de ahí los convenios colectivos de trabajo son los que deben establecer las particularidades que tienen que ver con la tarea de cada sector. Una cosa es el teletrabajo en un gremio como el de la telecomunicación, Foetra; distinto en el sector de comercio, en sector bancario, por eso se trata de un piso de derechos y luego se complementa con las discusiones que hagan en cada convenio colectivo de trabajo. Por último, entrará en vigencia a los 90 días de que hayamos salido oficialmente el periodo de aislamiento”, manifestó Yasky.

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