Homenaje a las víctimas de los Bombardeos en Plaza de Mayo

Participaron integrantes de organismos de Derechos Humanos, de la Mesa Ecuménica, de gremios de CTA-T, CTA-A y CGT y de la Intersindical de DDHH, la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Vera Jarach, el diputado nacional Eduardo Valdés y la legisladora porteña Victoria Montenegro, entre otrxs referentes.

El 16 de junio de 1955, un sector de la marina de guerra de Argentina, con la complicidad de comandos civiles y una parte de la iglesia católica, realizó un ataque aéreo con bombas lanzadas desde 30 aviones, durante seis horas, sobre la población en Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y el edificio de la Confederación General del Trabajo (CGT), con la finalidad de derrocar al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y amedrentar y disciplinar al pueblo argentino. Resultaron asesinadas más de 300 personas, entre ellxs niños en edad escolar que iban a visitar la Casa Rosada, y hubo más de 800 heridxs.

Al llegar a Plaza de Mayo al mediodía, desde la línea A del subte se podía escuchar el estruendo de lo que parecían bombas arrojadas a la población indefensa. Eran los bombos de La Chilinga, el grupo de percusión de Saavedra, que se sumó a la conmemoración. Luego, desde la conducción de la actividad, emitieron el sonido atronador de una sirena mientras se hizo un minuto de silencio para recordar a las víctimas. Y a continuación, se colocaron unas placas redondas en los bolardos de la parte de la Plaza que desemboca en Avenida de Mayo, con algunos de los nombres de las personas asesinadas.

Compartieron unas palabras María Daniela Marino, nieta de Juan Carlos Marino, a quien no alcanzó a conocer ya que murió producto de los bombardeos en la boca de la línea A del subte. También habló Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien relató que en ese entonces trabajaba en una agencia italiana de noticias, a pocos metros de la Plaza de Mayo, y que al momento de los bombardeos debieron irse del lugar porque explotó una casa de venta de armas que funcionaba al lado. A ella le habían encomendado a su vez repartir noticias locales a periódicos italianos que distribuyó junto a un empleado de la embajada en un pilón enorme de hojas impresas.

Luego, el padre Ricardo Carrizo, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres de Quilmes, junto a otrxs miembros de la Mesa Ecuménica organizaron una misa en homenaje a lxs caídxs. Posteriormente, Patricia Romero Díaz, secretaria de Derechos Humanos de SUTEBA, y Jorge Godoy, secretario de Derechos Humanos de UTE, presentaron una clase abierta de Historia que estuvo a cargo de tres compañerxs docentes: Martín Fioretti, secretario de Políticas Culturales y Ambientales de SUTEBA; Carlos Rojas Urraco, profesor de Historia y miembro de UTE, y Daniela D’Ambra, profesora de Historia e integrante de FEDUN. Y hubo la posibilidad de hacer intervenciones y preguntas por parte de lxs presentes.

Por último, para darle un cierre bonito a una jornada teñida de dolor y de recuerdos de uno de los sucesos más dramáticos de nuestra historia, hubo música, por parte de Alexia Massholder (voz), integrante de Fundación Mercedes Sosa e investigadora del CONICET, y Guillermo Franco (guitarra), sobrino de una de las víctimas, Luis Enrique Franco. Cerró Qué lo tiró! Tango Compañero, trio conformado Javier Li, Javier Mezquita y Pablo Luciano Novillo, en guitarra, violín y voz, quienes componen e interpretan tangos, valses y milongas que reflejan temáticas sociales y políticas actuales e históricas.

María Elena Naddeo, vicepresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), organismo creado en diciembre de 1975, que cumplirá 50 años de lucha, memoria, militancia y reparación a las víctimas, reflexionó sobre esta fecha: “La verdad es que es un hecho gravísimo de nuestra historia que ha sido silenciado, invisibilizado durante décadas. Esta recuperación de la memoria es muy importante. Los organismos de Derechos Humanos, los sindicatos, una cantidad de organizaciones y los familiares de las víctimas de esa masacre, realmente estamos todos dispuestos a exigir justicia. Que se considere este crimen brutal como crimen de lesa humanidad, y por lo tanto que sea imprescriptible. Esto está presentado en Tribunales y estamos esperando que se haga justicia”.

Y coincidió en que hay un enlace entre aquellos sucesos y la persecución a la principal líder de la oposición Cristina Fernández de Kirchner: “Hay una línea histórica. Es la misma concepción autoritaria, represiva, de un modelo político y económico antipopular al servicio de intereses extranjeros. El golpe de la Revolución Libertadora, la proscripción del peronismo, de todas las fuerzas políticas opositoras populares, de izquierda. Es la misma matriz al servicio de los intereses de la oligarquía y de la burguesía más concentrada”.

En tanto, Patricia Romero Díaz, secretaria de Derechos Humanos del SUTEBA, opinó: “Es una segunda jornada, después del 18J de ayer, donde salimos las organizaciones de trabajadorxs, los organismos de Derechos Humanos, los partidos políticos, las organizaciones sociales, el pueblo salió a denunciar la injusticia que se está cometiendo con la proscripción de Cristina, que es un atentado a la democracia. Hoy con toda las fuerzas que recopilamos ayer, con toda la mística de esta plaza llena, estamos nuevamente recordando, conmemorando los 70 años del brutal bombardeo, que fue una expresión más del histórico odio, crueldad y violencia de la derecha y de la oligarquía de nuestro país”.

Para concluir, detalló: “Estamos junto a Madres de Plaza de Mayo, con la Intersindical de DDHH, SUTEBA, UTE, con lxs compañerxs trabajadores y trabajadoras de la educación, llevamos adelante una clase pública, como ratificación de nuestro compromiso de seguir profundizando este hecho nefasto de nuestra historia en el marco de las banderas de Memoria, Verdad y Justicia y transmisión de la memoria a nuestras jóvenes generaciones. Lo hacemos con mucha fuerza diciendo no nos han vencido y no vamos a olvidar”.