Dolarización, devaluación, corridas cambiarias, dinamitar, recortar a los hachazos. Los absolutistas de la “libertad” para morirse de hambre, que se pelean para ver quién es el candidato más facho, promueven que todo estalle para poder aplicar las mismas recetas de siempre.

Sólo así, con una gran conmoción, pueden provocar una suerte de amnesia colectiva para que una parte importante de nuestro pueblo olvide que las recetas neoliberales de privatizar todo, destruir el Estado y pulverizar los derechos laborales terminó en la crisis de 2001. A eso abonan los grupos empresarios que atizan el fuego de la inflación para aumentar sus ganancias, pero también para disciplinar a un gobierno que prometió revertir el desastre del gobierno de Macri y no ha tenido la voluntad y decisión suficiente para cumplirlo.

A ese escenario también abonan al proponer la dolarización de la economía como propuso Javier Milei, “semidinamitar” el país como apuró Mauricio Macri, o “darle un hachazo a las retenciones” como dijo Patricia Bullrich. Con una devaluación ganan los tres o cuatro vivos que están forrados en dólares y perdemos los 43 millones que no llegamos a fin de mes, los giles que vivimos en pesos. Por eso, es entendible que haya que garantizar los dólares para evitar las corridas, pero también hay que garantizar los pesos para que la gente llegue a fin de mes. Tenemos que terminar con la historia de que la salida es más desigualdad. Ya conocemos el final.

Debemos hacernos cargo de esta situación de debilidad en la que lamentablemente tenemos que ir a poner la escupidera a EEUU para flexibilizar el acuerdo con el FMI. Acuerdo que se debió discutir de otra manera porque sabíamos todos que era inviable en el contexto de la pandemia y luego de una guerra en la que EEUU embarca a la OTAN para cuidar sus intereses imperiales. Por eso también envían a la Generala Richardson para asegurarse que los recursos de litio y Vaca Muerta se los puedan quedar ellos.

Frente a esta situación el peronismo tiene que tomar el toro por las astas: redefinir el tema del FMI, porque no se puede seguir pagando generando recesión, desigualdad y hambre, aumentar los salarios mediante una suma fija y darle prioridad al consumo interno. No se puede esperar a ganar las elecciones para resolver el derrumbe del poder adquisitivo de la gente y poner en caja a los que incumplen los acuerdos de precios, una decena de grupos económicos con poder para formar los precios de alimentos e insumos difundidos. Todavía podemos ganar las elecciones, pero hay que tener coraje y voluntad para provocar un shock de recomposición de los salarios. Para ello necesitamos un candidato o una candidata que le garantice a nuestro pueblo que no le temblará el pulso al enfrentar a los poderosos.

Sólo así se puede recuperar la participación de millones de argentinos y argentinas que con sobrados motivos no nos acompañaron en las elecciones de medio término, sólo así se puede evitar que la indiferencia y la bronca les dé una nueva oportunidad a los que buscan que la economía estalle para aplicar un ajuste brutal.

Nota original: https://elargentinodiario.com.ar/analisis/opinion/21/04/2023/es-urgente-un-shock-para-recomponer-ingresos/

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