Exposición del secretario general de la CTA y diputado nacional Hugo Yasky durante la tercera jornada del Plenario de Comisiones -Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales- de la HCDN, del debate del proyecto de ley "Ómnibus".
Hugo Yasky – Plenario de Comisiones – 11 de enero 2024
Gracias Presidente. Agradecer la presencia de los Subsecretarios. En primer lugar creo que habría que hacer un poquito de historia. En el año 1884, Sarmiento es el que impulsa la Ley 1420, que establece la educación pública, gratuita, obligatoria y que establece claramente la responsabilidad del Estado en materia educativa. Eso marca una tradición en la historia de nuestro país.
En el año 1905, Manuel Laínez estableció poara que la 1420 se pudiiera cumplir en todo el país, otra ley que se aprobó en el Congreso de la Nación y que establecía un subsidio del Estado Nacional para hacerse cargo del equipamiento, la construcción y los salarios de los docentes en las provincias que no podían solventar la educación.
Esa tradición en la que en un país federal la Nación y las provincias compartían el financiamiento, duró hasta el año 1992. En ese año, un pedagogo, que debe vivir en EEUU de Norteamérica, porque fue un funcionario del FMI, le impuso a la Argentina, y lo firmó el ministro de Economía Cavallo, la transferencia de los servicios educativos de la Nación a las provincias sin financiamiento y ahí empezó la profundización de la crisis educativa en la Argentina.
Crisis que se dio en término de desigualdad, porque no son los mismos recursos económicos que tiene Corrientes, los que tiene Chubut, los que tiene CABA o la provincia de Buenos Aires.
Frente a esa desigualdad educativa que se desató cuando le tuvimos que entregar al FMI el sistema educativo argentino con cofinanciamiento de la Nación y las provincias, frente a esa realidad en el año 1997, se instaló la Carpa Blanca. ¿Por qué se instaló la Carpa Blanca en el Congreso de la Nación durante tres años? Porque había siete provincias del país donde ni siquiera se cobraban los salarios. Ya no se podía hacer paro. No se nos ocurrió hacer paro porque directamente no se cobraban salarios. No había clases. El paro era todos los días.
Por eso me parece una desvergüenza que en este Congreso de la Nación, haya quien venga a decir, con datos, de supuestamente una entidad que se llama “Se educa”, que no sé ni qué es, que en este país hubo seis años de huelga durante el período de la democracia. Es una desfachatez. Es querer tomarle el pelo a los docentes del país y a la comunidad educativa.
La crisis de la Educación en la Argentina tiene que ver con el problema del desfinanciamiento crónico y de la desigualdad.
No es verdad como dijo algún diputado que hoy todos somos más pobres. No Señor, hoy los pobres son más pobres y los ricos son más ricos. Ese es el problema que tiene la Argentina. La receta concentrada y acumulada. Y no voy a citar a ninguna sigla extraña para hacerme entender en esto. Hay que leer los balances de Techint, de Arcor, de las grandes compañías de la Argentina y ver cómo en estos años, en que el pueblo argentino se hambreó, ellos acumularon ganancias. Y hoy esas entidades empresarias lo siguen haciendo.
Manuel Láinez era un burgués. De esa época con la que sueña el presidente Milei, que quiere volver 100 años atrás. Exactamente, era un burgués del año 1905, lo mismo que Victoria Ocampo, que propuso el Fondo Nacional de las Artes. La diferencia con estos burgueses que tenemos ahora es que los burgueses de aquella época pensaban en un país y en un proyecto. Aunque no fuera con el que nosotros pudiéramos coincidir plenamente. Pero tenían un proyecto de Nación.
Hoy tenemos una burguesía depredatoria. Que vive de la especulación financiera. Que son parásitos que se han llevado fuera del país un Producto Bruto Interno en materia de depósitos en paraísos fiscales. Este es el drama que tenemos en la Argentina.
(Diputado, por favor, ¿podría formular la pregunta? Le vamos a agradecer.)
No, perdón no me va a agradecer porque voy a seguir. Perdóneme. Voy a seguir con el mismo derecho que lo hicieron otros diputados y diputadas.
Acá, frente a esta cuestión, hablar que es una estafa el sistema educativo argentino; que los docentes de la Argentina son estafadores, es un agravio que no nos merecemos. Ni los argentinos, ni los docentes, ni los padres de nuestros alumnos.
Es verdad que tenemos muchos problemas, pero no lo vamos haciendo que el Estado se desentienda de la obligación de financiar la educación. Es verdad que tenemos problemas, pero no lo vamos a arreglar haciendo una evaluación al final de la escuela secundaria,
¿Qué hacemos? Sacamos una foto de la desigualdad. Para qué sirve una evaluación si no es una estrategia pedagógica para resolver los problemas? ¿Qué sentido tiene evaluar un producto al final?
No lo resolvemos con esas ideas.
Por supuesto: “Se deroga la responsabilidad del Estado de proveer la tecnología y la conectividad que promueve la igualdad educativa”. Este es un problema grave.
Formulo la pregunta: “¿Cuál es el sentido, cuando la principal brecha que tenemos es la brecha digital, de poner en una ley que supuestamente nos quiere impulsar a “consumir libertad”, como dijo alguien acá.
¿Cuál es la razón de que estemos haciendo que el Estado no garantice la conectividad? ¿De qué manera los lugares alejados, pobres de nuestro país van a acceder a la posibilidad de la alfabetización digital? Eso es construir la desigualdad. Eso es mano de obra barata disponible para los que quieren explotar a nuestro pueblo. Las escuelas tienen que ser lugares donde se construya la igualdad.
Y a los que hablan de “consumir libertad”. Yo fui maestro más de tres décadas y la verdad que hubo períodos en que era maestro y no podía consumir la libertad, porque había una dictadura genocida. Me agarró siendo joven. No consumíamos libertad. Al principal dirigente de Ctera lo acribillaron a balazos en la provincia de Tucumán, el día que se produjo el golpe de Estado. Isauro Arancibia, un gran vicedirector de escuela, de Monteros. Una gran persona, un ejemplo de humanidad, acribillado a balazos. No tuvo la oportunidad de consumir demasiada libertad.
Ahora resulta que estos que nos proponen que consumamos libertad tienen, casi diría, el mismo ADN en términos económicos, que los que vinieron a instalar la dictadura genocida. Es un problema.
Quiero que escuchen en este lugar a los trabajadores de la Cultura. Quiero que escuchen en este lugar a los trabajadores de la Educación. Quiero que escuchen en este lugar a los científicos. Quiero que terminemos con la parodia de pensar que se pueden llevar puestas 300 leyes del país con un Decreto, con una Ley Ómnibus, que se vota en un abrir y cerrar de ojos.
Eso, si lo pudieran hacer, cosa que me dificulto, va a ser un triunfo pírrico, les va a durar poco. Porque no se lleva por delante 300 conquistas de un pueblo simplemente porque hay un decreto.
Espero Sr. que lo pueda contestar, y al Secretario de Cultura, que es actor, y leyó. Porque un buen actor no lee. Un buen actor trata de expresar su libertad. Lo invito a consumir libertad y a dejar los textos para decir en serio por qué quiere llevarse puestos los institutos que garantizan que la cultura exista. Gracias.