Reportaje a Delfor “Pocho” Brizuela*- La Rioja - El 4 de agosto de 1976, Monseñor Angelelli conducía una camioneta junto con el padre Arturo Pinto, de regreso de una misa celebrada en Chamical y en homenaje a dos sacerdotes asesinados, Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville. Esa noche, un automóvil comenzó a seguirlos, y luego otro. Y en el paraje denominado Punta de los Llanos el grupo comando habrían encerrado a la camioneta hasta hacerla volcar. Ahí lo mataron.

Como testimonio, queda el acompañante quién, después de permanecer inconsciente durante un tiempo, Pinto vio a Angelelli muerto en la carretera, con la parte de atrás de su cuello mostrando lesiones graves. Así fue asesinado, se presume, a garrotazos.

Entrevista a Pocho Brizuela

Brizuela es oriundo de Chamical y más tarde fue sacerdote pero renunció al apostolado para casarse en una historia que en su momento fue noticia en los medios de comunicación. Y nos dice Brizuela: “Días pasados comenzó el juicio oral por el asesinato del obispo Enrique Angelelli. Entre los imputados por homicidio calificado y asociación ilícita agravada el multicondenado represor Luciano Benjamín Menéndez y el comodoro Luis Estrella. Los otros tres acusados en la causa, Jorge Albano Harguindeuy, Jorge Rafael Videla y Juan Carlos Romero fallecieron, por lo cual se les declaró la extinción de la acción penal.

Y sí, el día lunes 4 de noviembre comenzaron formalmente las audiencias, del juicio por la causa de Angelelli. El domingo 3 hubo una movida de los organismos de DDHH, grupos sindicales, organizaciones de base y también comunidades cristianas, donde yo he participado para poner en contexto y también hacer fuerza para que el juicio pueda seguir adelante con rapidez y llegar a lo que todos esperamos que es la sentencia en esta causa.

Fue muy interesante, ahí hubo algunas críticas a la demora en el comienzo del juicio, la falta de presupuesto que impedía hasta ese momento que mucho de los testigos que tiene que convocarse, incluso desde otras partes del mundo no pudieran venir. Pero también se dijo que ante el cuestionamiento que se hizo por parte de la sobrina de Angelelli, que es una de las querellantes junto con la revista Tiempo Latinoamericano de Córdoba, parece que si se movieron las cosas y se garantizó que van estar los recursos para que puedan venir los testigos, especialmente los que están fuera del país.

Hubo demoras pero hemos podido ingresar todos los que estábamos acreditados hasta el final, y se demoró un poco porque procesalmente tienen que estar los dos acusados presentes o por tele conferencia y estaba presente uno de los acusados que es el Comodoro Estrella, -él está preso aquí, en La Rioja. El que no estaba era Luciano Benjamín Menéndez, entonces no había conexión de internet, de la comunicación vía satélite, se demoró mucho, pero el tribunal viendo la premura y por la presión también de la gente que estaba presente decidió avanzar, porque hay que cumplir la formalidad que es leer el requerimiento fiscal para la elevación a juicio, donde está en realidad lo central de la acusación.

Finalmente el tribunal decidió que se avanzara en la lectura del requerimiento fiscal, que es muy larga, comenzó a las once y media y terminó como a las cuatro de la tarde, yo estuve presente todo el tiempo pero ya no quedaba casi gente. Y lo que no se leyó fue la acusación a Menéndez y se dejó para la próxima audiencia la acusación a Menéndez y comience a tomarse los testimonios, que es lo importante, creo yo. En el juicio oral se escucharán testimonios que van a permitir ventilar ante la opinión publica todas las cuestiones de la persecución sistemática a la iglesia de La Rioja y particularmente a su entonces Obispo Angelelli y una serie de complicidades, que incluso van más allá de los acusados y donde van a aparecer actores incluso políticos actuales, por lo menos del ambiente local, algunos, que ya por supuesto no están en las primeras líneas de la actividad política, pero que sí estuvieron, especialmente en la década del ’90 y seguramente también van aparecer muy fuerte las complicidades de la propia iglesia católica y eso si va tocar algunos prelados a nivel nacional.

-¿Cuál fue para usted del motivo que desencadeno en el asesinato de monseñor Angelelli?

Forma parte del proyecto de la seguridad nacional, donde claramente aquellas personas como Angelelli que era una figura pública, importante, que era referenciado por todos los luchadores populares como alguien que desenmascaraba toda la injusticia estructural en el sistema político, en el sistema económico y sobre todo que tenía un reconocimiento de la comunidad, que además en ese momento ya producido el golpe iba, no cabe duda, hacer un núcleo de resistencia al terrorismo de estado, pero además representaba claramente Angelelli los intereses de las mayorías populares en La Rioja y en la Argentina.

Él había abrazado con mucha firmeza la causa evangélica de la justicia social y de la liberación nacional y social de los pueblos de América latina. Ahora que justo aparecen los archivos estos, que ahora han tomado estado público en estos días y donde se ve claramente el plan sistemático, no solamente apuntaba a los grupos políticos formales, si no donde había una persecución y una censura muy fuerte a todos los emblemas culturales, a las canciones, a los interpretes esas canciones, a todos los que pudieran acercar una conciencia crítica que despertara la movilización, el reclamo y la resistencia a todo tipo de enajenación, de proyecto antipopular.

Por eso yo creo que, Angelelli y la persecución final no se entiende, si no se ve desde que estuvo acá en La Rioja como obispo fue claramente cuestionado por los sectores del privilegio, a veces con mucho respaldo político, a veces con menos pero siempre los grupos del privilegio enquistados tanto en la iglesia como fuera de la iglesia vieron en Angelelli un peligro para sus intereses.

Historia

Yo era un militante activo de la iglesia. Estaba en la coordinación de los que se conocía entonces como la pastoral juvenil. Desde la época del secundario fui partícipe de toda la actividad de la iglesia de La Rioja, que bueno, que quienes iban se metían en ese momento en la iglesia de La Rioja es porque vinculaba la fe al compromiso social y político. Y allí nos sentíamos contenidos, nos sentíamos protagonistas y eso nos lleva a tener una actividad, para el momento y para la edad mía, yo era un activo también militante social en el campo de los centro de estudiantes, muy ligados, nos apoyaban los curas; los curas la mayoría eran muy metidos en la cuestión organizativa y social. Y bueno, yo estaba ahí, yo coordinaba uno de los grupos de la catedral justamente, así que habitualmente era el mismo lugar donde vivía el obispo.

El asesinato del obispo es en el 76, yo al seminario entro en el 78, justamente movilizado, motivado por toda esta experiencia de persecución, que muy por el contrario en el caso mío, de hacerme dudar, me entusiasmo por ser cura, mi opción por el sacerdocio estuvo ligada de una forma muy íntimamente al proyecto de iglesia de Angelelli. Un forma de ser que enamoraba, lo entusiasmaba, incluso en el momento difícil de la persecución. Y por eso decidí en el 78 ingresar al seminario movido lógicamente también por la fe, siempre he sido una persona que creyó en los valores del evangelio, que sigo creyendo ahora aunque no ejerza el ministerio pastoral.

Acá, en la Rioja, uno se definía políticamente si estaba a favor de Angelelli o no, era un poco así, fue la agenda principal de los conflictos político y social de la provincia en esos años, atravesaba todo el conflicto del agua, de la tierra, del sindicalismo, del salario y todo era referenciado con las posiciones muy claras de monseñor Angelelli y de la iglesia que alrededor de él fue creciendo, porque no era solo la figura del él, simultáneamente, por ejemplo se puso preso tres curas, antes del golpe, los laicos que fueron detenidos antes también del golpe, y durante el golpe la mayoría era gente vinculada a Angelelli. Y después producido el asesinato de los curas y de Angelelli se detiene a otros curas, es decir era claramente la enemiga del proyecto, que en ese momento lo conocíamos como poseso de reorganización nacional, que ahora claramente sabemos que era un plan sistemático de exterminio de toda oposición política para instaurar un régimen que favorezca a ciertos sectores. En ese momento era la persecución muy clara a la iglesia.

Lucha del Pueblo Argentino

Decir que hoy estén en el estrado de la justicia todos los genocidas, y que pueda ventilarse la historia de aquellos años es gracias a una lucha que tuvo sus momentos, incluso en que parecía de catacumbas casi, la lucha de las Madres, de las Abuelas, de los organismos, del movimiento Ecuménico de Derechos Humanos, de organizaciones, de familiares sueltos que insistieron, que golpearon puertas.

También creo que este momento maravilloso de la Argentina desde el 2003, se creó las condiciones para que eso se emergiera y tuviera un volumen político y llevo a que tomaran decisiones políticas en el seno de un gobierno popular como fue el de Néstor Kirchner y ahora el de Cristina; porque si no toda esa lucha por ahí seguía expresada como resistencia, como reclamo, si no encontraba un cauce institucional y político y ese cause se lo encontrón porque hubo el valor de reconocer esa lucha en el poder político, y eso fue gracias concretamente a Néstor Kirchner, y a las leyes, porque se no se hubiesen derogados la leyes de impunidad no se hubiese podido haber avanzar en los juicios.

*Brizuela es diputado provincial y presidente del partido del Frente del Pueblo

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