El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, fue entrevistado por el periodista Juan Amorín para Crónica Anunciada, programa radial de FM La Patriada, sobre la reforma laboral, proyecto que sigue impulsando el Ejecutivo nacional; el documento de la CGT contra el gobierno, entre otros temas. Al respecto afirmó: "La relación de la CGT con el Gobierno le hizo mucho daño al sindicalismo. Hoy peleamos por cuestiones elementales: tener paritarias libres”.

El periodista Juan Amorín consultó a Hugo Yasky sobre la reforma laboral, la cual podría ser fragmentada en varias leyes, según deslizaron desde el gobierno nacional. “El gobierno tiene una obsesión. Cree que todos los problemas de la Argentina se van a resolver con la baja del costo laboral. Piensan realmente como lo que son: un gobierno de ricos para ricos. Piensan con la lógica de los grandes empresarios, sobre todo los que están volcados al mercado de la especulación financiera, los que están volcados a los mercados externos, que hace tiempo en la Argentina decidieron divorciarse de la suerte del mercado interno. No les interesa el poder de compra de los asalariados, no les interesa que los jubilados no puedan llegar a fin de mes; y en función de eso, la obsesión que tienen es esta reforma laboral que, por otra parte, es una suerte de enema que aplica el Fondo Monetario Internacional a todos los países, que como la Argentina en este momento se convierten en deudores crónicos”, opinó el secretario general de la CTA de los Trabajadores.

“Fracasaron en el intento de aprobarla de una sola vez, como venían con el empuje inicial cuando copiaron el texto de la reforma brasilera. Tuvieron que retroceder en chancletas porque con lo que hicieron con la ley que se aprobó para quitarles la movilidad a los jubilados, sufrieron un costo político enorme. Saben que no estarían en condiciones de afrontar hoy una confrontación política y con la masividad de las protestas que habría en el caso de que quisieran avanzar con la reforma laboral, y están buscando vericuetos para poder de alguna manera aprobarla sin que parezca que es la reforma laboral. Seccionarla en varias leyes, varias iniciativas. Todo responde a la misma lógica, hacer que los trabajadores, los jubilados, paguemos los platos rotos de la especulación financiera y del endeudamiento externo”, agregó.

Además, Yasky destacó: “La reforma laboral en la Argentina va a tener una resistencia de los sectores sindicalizados, de los movimientos sociales, de todos aquellos que aspiran a tener un país en el que haya un mínimo nivel de distribución de la riqueza. Por eso creo que a diferencia de lo que pasó en Brasil, en la Argentina la reforma laboral no va a pasar. Los cambios que quieren hacer significarían ir a una Argentina pre peronista. Significaría un viaje al pasado que nos depositaría en plena década infame. Y entiendo que el sector popular mayoritario en Argentina que tiene que ver con distintas vertientes del peronismo, del justicialismo, aún con todas las contradicciones que puedan existir, mayoritariamente está en contra de esta reforma. Por eso creo que el gobierno sabe que tiene que caminar por un desfiladero muy estrecho y muy difícilmente logre el objetivo”.

-¿Cree que el movimiento obrero sindical tiene que estar más cerca todavía del arco opositor?

- Hay que trazar una línea divisoria en el movimiento sindical y en el movimiento obrero. Esa línea divisoria tiene que ser poner de un lado a las regionales de la CGT, a la Corriente Sindical Federal, al sector que representa Pablo Moyano, a las distintas expresiones del movimiento sindical vinculado a las dos CTA. Del otro lado hay que dejar a los que quieren seguir la luna de miel con el gobierno, que creo que hoy por hoy representan una porción minoritaria de la CGT. Si nosotros sumamos todo aquello que exista en la CGT y que hoy está con una mirada crítica hacia la política del macrismo, que hoy está dispuesto a confrontar con la reforma laboral, sumamos a los movimientos sociales, a las dos CTA, evidentemente hay una masa lo suficientemente sólida y amplia como para parar la iniciativa del gobierno de tratar de ir a una Argentina pre peronista, en la que los derechos sociales desaparezcan. Es más, creo que en esa correlación de fuerzas hasta es posible pensar que podamos volver a discutir la movilidad jubilatoria, todos estos decretos que firmó el presidente Macri tirando al tacho de la basura la división de poderes, pretendiendo darle al Parlamento un papel absolutamente accesorio y residual. Creo que es posible revertir la situación y es necesaria la unidad del movimiento sindical y social para tratar de dividir aguas. Los sectores que alentaron una especie de asociación o una relación de complacencia con el oficialismo hoy son minoritarios y sería muy importante que en la CGT esa expresión minoritaria dejara de tener la hegemonía que hoy tiene.

-¿A quiénes se refiere puntualmente cuando habla de la esta expresión minoritaria?

- A la mesa chica, a ’los gordos’, a los llamados independientes, a ese puñado de dirigentes sindicales que fue el que de alguna manera construyó la arquitectura de esta relación de complacencia con el gobierno, que le hizo mucho daño al movimiento obrero porque hoy estamos peleando por cuestiones elementales: defender las conquistas, tener paritarias libres. Nada de lo que supuestamente iba a ser el logro de una política de colaboración, de entendimiento, donde teóricamente la razón de ser de esa actitud complaciente tendría que ver con que el oficialismo iba a respetar las conquistas. Todas esas mentiras, la realidad se encargó de demostrar que no existen.

-¿Cree que la mesa chica de la CGT le hace el caldo gordo al gobierno?

- Lamentablemente hasta ahora hizo eso. Fue el sector que de alguna manera, después de que el gobierno derogó la ley antidespidos, fue el que puso paños fríos y timoneó este período tan negativo de una CGT que parecía querer ser la pata del oficialismo dentro del movimiento sindical.

-Respecto a la unidad en el ámbito sindical, ¿cree que es necesario dejar de lado diferencias para unirse a nivel macro?

- Por supuesto. Si nosotros pudiéramos lograr expandir el espacio dispuesto a confrontar con el macrismo, si pudiéramos juntar las astillas y los fraccionamientos de las distintas vertientes que se denominan justicialistas, o pertenecientes al peronismo, y lograr el más amplio nivel de unidad, va a ser necesario trabajar para eso.

A su vez, Yasky subrayó: “Si vamos a construir oposición, vamos a hacerlo con consecuencia, con compromiso, sobre todo con la gente que está sufriendo hoy. Porque uno no puede hacer discusiones teóricas olvidándose de las penurias que están viviendo los jubilados, la gente que hoy está empobreciéndose, pasando hambre, los que pierden trabajo, los que son reprimidos, entonces si nos vamos a impregnar de eso para discutir cómo construimos la oposición, bienvenida la amplitud. Ahora, si nos vamos a querer inocular nosotros de la ideología del macrismo para decir que hay que construir el ’peronismo del centro’ o el ’justicialismo de mercado’, y algunas cosas que he escuchado de algunos de estos personajes que siempre están tratando de zigzaguear y de no asumir compromiso con la causa de los que más sufren en este momento, creo que no hay que perder tiempo”.

Audio de la entrevista: https://radiocut.fm/audiocut/hugo-yasky-en-la-argentina-la-reforma-laboral-no-va-a-pasar/

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