Discurso del secretario Adjunto del Smata y Secretario Gremial de la CGT, Mario “Paco” Manrique, durante el cierre del acto del 17 de Octubre en Plaza de Mayo.
Buenas tardes, compañeros, compañeras, siempre difícil hablar a lo último con semejantes oradores. Simplemente hacer mención a algunas cuestiones que nombraran los compañeros y compañeras que hablaron antes de mí. El 17 de Octubre de 1945 el pueblo salió a rescatar su líder. El líder que les proponía nada más ni nada menos que la justicia social. La famosa escalera social ascendente. Hoy, 77 años después, nos venimos a reunir en esta misma plaza. No a rescatar a un líder, venimos a rescatar un modelo, un modelo de país que lo supimos vivir, y que lo supimos vivir no hace mucho tiempo. Lo vivimos desde el 2003 hasta el 2015. No podemos tirar por la borda ese bienestar que supimos vivir todo.
Permítanme leer una frase de Arturo Jauretche: “El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen”. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza. Ese es el mensaje que todos los días nos dan los medios concentrados de comunicación. Un mensaje de violencia, un mensaje que fue en su punto máximo el promotor del atentado contra nuestra vicepresidenta de la Nación, la compañera Cristina Fernández de Kirchner
También quiero hacer mención que en este palco no sólo están las organizaciones sindicales que se nombraron anteriormente. Están los compañeros de la CATT, hay compañeros del Consejo Directivo de la CGT, porque la CGT está acá también. Esta CGT que algún dirigente se atrevió a decir que somos un grupo minúsculo, no vino a esta plaza a conformar una agrupación política. Vino a esta plaza a darle la cara al pueblo sabiendo las necesidades que todos estamos atravesando. Pero esta plaza debe ser el inicio de algo superior. Ustedes, nosotros, nos debemos comprometer a unir nuestras fuerzas, a poder concretar esa unidad de concepción que nos pueda hacer recorrer el camino al 2023 con una victoria aplastante para que la derecha en este país no vuelva más.
No es una elección más la del 2023. Están en juego verdaderamente los destinos de la patria. Nuestros adversarios, para llamarlos de una forma amable, hasta se atreven a decir por televisión que si tienen que bancarse los muertos en las calles se los van a bancar. Y vean y sepan que este pueblo está dispuesto a defender lo suyo. Que el camino que debemos recorrer hacia el 2023 no va a ser fácil. No es fácil, creíble para un compañero o compañera que no puede llegar a fin de mes que no tiene nada en la heladera, que tenga fe, confianza, pero créannos el único modelo que nos puede sacar de todo esto es el modelo nacional y popular, es el peronismo, pero con todos nosotros adentro.
A nuestro Señor Presidente le decimos estamos acá, no estamos encerrados en un estadio. Estamos poniendo la cara y el cuerpo al pueblo y estamos dispuestos a defenderlo si toma las medidas que debe tomar para poder ponerle una cadena a la voracidad de los empresarios especuladores que quieren destruir nuestra patria.
Por eso compañeros y compañeras, no me quiero extender más. Hace muchas horas que están aquí, demostrando que lejos de estar deprimidos, están con un entusiasmo militante que nos va a llevar a la victoria. Un camino que debemos recorrer con la cabeza en alto, con el pecho inflado, con nuestras banderas, la bandera del trabajo, la bandera de la dignidad, la bandera de la justicia social, la bandera de la solidaridad, la bandera de Perón, de Evita, de Néstor, de Cristina, la bandera de una Patria Justa, Libre y Soberana. Gracias compañeros.