Trabajadoras, madres, jubiladas, víctimas de violencias, colectivo LGTBIQ+ realizaron ayer asambleas feministas en tribunales de todo el país para exigir reforma judicial feminista, una Corte igualitaria y justa y democracia del sistema judicial.

Convocadas por más de cincuenta organizaciones sociales, políticas y gremiales, las mujeres y disidencias organizadas hicieron escuchar su voz frente a la Corte Suprema de Justicia, en Ciudad de Buenos Aires. También se manifestaron en Quilmes, Banfield, La Plata, Moreno, Mar del Plata, Junín, Entre Ríos, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Rosario, Santa Fe y Chaco.

“Estamos viviendo un momento muy difícil. Se está colocando en una fragilidad muy fuerte nuestra democracia, sobre todo a partir de la escalada de la espiral de violencia con el intento de magnifemicidio de nuestra Vicepresidenta. Y esta respuesta de las trabajadoras organizadas en todas las plazas de tribunales del país es algo que se había pensado hace rato, porque hace años que venimos sosteniendo que hace falta una profunda reforma democratizadora del poder judicial”, expresó, frente a los tribunales porteños, la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz.

“La prioridad en el cambio del Poder Judicial, que debe ser integral, es empezar por la Corte. Porque todo lo que ocurre y que demandes en cualquier lugar, termina siendo la Corte el tribunal fundamental para estas definiciones. Entonces justamente necesitamos arrancar por una reforma de la Corte. Hay un proyecto que tiene media sanción que plantea quince miembros, una regionalización en torno al país, pero además la paridad de género. Más de la mitad de la población somos las mujeres, están los colectivos de la diversidad, somos las que cuidamos al resto de la población, entonces la falta de acceso a derechos afecta especialmente a las mujeres. Y la violencia política tiene un encarnizamiento hacia las mujeres. Por eso necesitamos justicia, que nos garantice la protección para los derechos de nuestra vida cotidiana, pero también en torno a que no se amenace a nuestra democracia desde un partido judicial alentado, además, también, desde los medios hegemónicos de comunicación”, fundamentó.

El acto central arrancó pasadas las 17:30 desde un pequeño escenario ubicado en el medio de la Plaza Lavalle, conducido por la compañera Claudia Lázzaro, dirigenta sindical de Curtidores y directora de Trabajo y Cuidados del ministerio de Mujeres bonaerense. El encuentro cobijó las voces de alrededor de 16 referentas barriales, promotoras territoriales, abogadas feministas, “Madres Protectoras”, con hijes víctimas de violencias; trabajadoras trans y de la diversidad, de la economía social y cooperativistas, integrantes de espacios culturales independientes, miembras de pueblos originarios, jubiladas, docentes, diputades, entre otrxs.

“Fue un encuentro muy potente, muy emocionante y con mucho contenido”, definió Yamile Socolovsky, secretaria de Formación de la CTA y coordinadora de Género de la central. Y agregó: “Todas las compañeras que subieron al escenario y plantearon las distintas situaciones que demuestran que tenemos una justicia patriarcal, clasista, que nos ignora, que no escucha al pueblo, pero especialmente no escucha a las mujeres y a sus problemáticas, fueron planteando con claridad la necesidad de una reforma democrática, feminista del poder judicial. Y también, con muchísima claridad, que esta justicia es la que está persiguiendo a nuestra compañera, dirigenta y máxima líder del movimiento nacional y popular Cristina Fernández de Kirchner. Así que este momento es fundamental también para decir que está ocurriendo en todo el país y que va a seguir ocurriendo en todo el país y en los lugares donde las trabajadoras nos organizamos”.

A su vez, la responsable del Área de Géneros de ATE Capital, Clarisa Spataro, señaló: “Si Cristina está siendo perseguida y atacada tan salvajemente, como lo está siendo, no solamente ahora sino hace tantos años, qué queda para nosotras, para nosotres, para los colectivos de trabajadoras, para las jubiladas, para las amas de casa, para todas”.

Por su parte, la secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadorxs Judiciales de la República Argentina (Fe-Sitraju) y diputada nacional del Frente de Todxs, Vanesa Siley, se refirió a la necesidad de “poner en escena la demanda del pueblo común hacia el sistema judicial”. Y enumeró: “Tiene que ver con, desde las cuotas alimentarias que la justicia no resuelve, los casos de femicidios que son caratulados de otra manera, las lesiones, las violencias, las discriminaciones a las personas trans, la justicia que es lenta y no llega, que no está en los barrios, que hay 45 expedientes para un mismo problema de una mujer y que tiene que andar pululando de juzgado en juzgado, la persecución política hacia Cristina, hacia Milagro Sala, hacia la dirigencia sindical. El lawfare se ha descentralizado en la Argentina, también está la justicia no sólo federal de Comodoro Py, sino las justicias penales provinciales. En la justicia penal de la provincia de Buenos Aires con el procurador (Julio) Conte Grand”.

“En definitiva, y para coronar todo, una Corte Suprema de Justicia integrada por cuatro varones, dos de ellos designados por DNU. No sólo que no hay mujeres sino que no hay perspectiva de género y no hay perspectiva igualitaria. No hay una vocación de servicio hacia el pueblo. Una vez más tomamos la posta las mujeres y acá estamos”, agregó Siley.

Para concluir, la Diputada y referenta de la Fe-Sitraju, indicó: “El Poder Judicial tiene una conducción, como la tienen los tres poderes del Estado. Esa conducción es determinante porque, además que hace jurisprudencia con sus fallos y marca doctrina y obliga a que los tribunales inferiores adopten la misma doctrina que la Corte, baja línea política también. Hace poco tuvimos declaraciones públicas tanto de (Carlos) Rosenkrantz como de (Horacio) Rosatti, uno hablando de que no puede haber un derecho ante cada necesidad y el otro diciendo que no hay que emitir, es decir, que el Estado no debe invertir, porque decir que no hay que emitir y que hay que cuidar la moneda, en el léxico neoliberal o liberal de la economía, es ‘no hay que invertir en salud, en educación, en resguardar la igualdad, las cuestiones sociales’. En definitiva, esa es la línea que se baja de la Corte. Cómo vamos a reformar la justicia si no nos ponemos las pilas en mejorar esta Corte Suprema”.

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