La imparable ola verde copó las calles nuevamente con la esperanza de que se obtenga en el Senado la sanción a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, producto de la lucha de las mujeres organizadas en todo el país.

"Para Milagro la libertad, para las pibas que el aborto sea legal", cantaban las trabajadoras desde las carpas de la CTA y ATE Capital que protegían de la lluvia y estaban ubicadas sobre Cerrito y Bartolomé Mitre.

Desde una pantalla en Avenida de Mayo y 9 de Julio se transmitía la discusión en el Senado, con voces a favor y en contra de la Ley de IVE, que es una deuda para las mujeres y para la democracia, porque, tal como coincidieron las compañeras de la CTA, el aborto es un problema de salud pública, justicia social y derechos humanos.

“La calle habló, la sociedad habló, la despenalización social del aborto está, y esta gesta popular, del feminismo, de las pibas, de los pibes, de las jóvenes, de las organizaciones sociales, sindicales, políticas es la que ha logrado la despenalización del aborto”, celebró Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA Nacional.

Al mismo tiempo, admitió que el resultado de la votación en la Cámara de Senadores podría ser adverso, según los números que se están analizando. “Es una Cámara que atrasa, que no escucha a este pueblo. En algunos casos mira a un segmento de las voces conservadoras de su propia comunidad, voces que incluso son alentadas a decir que están contra el aborto y posiblemente la semana que viene estén pidiendo cómo acceder a un aborto clandestino. Por eso decimos con todas las fuerzas, la clandestinidad no salvó ninguna vida”.

“Si no es en esta jornada, porque el Senado está detrás de este pueblo, va a ser la próxima sin lugar a dudas. La Argentina ya despenalizó el aborto. El mundo nos está acompañando. Cien actos en los países del mundo. El abrazo solidario, feminista, popular está acompañando el derecho al aborto que viene como una marea imparable y más temprano que tarde lo lograremos”, enfatizó la también directora del Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina.

La secretaria de Formación, Investigación, Proyectos y Estadísticas de la CTA y directora del Instituto de Estudios y Capacitación de Conadu, Yamile Socolovsky, expresó: “Sabemos que la votación está complicada para lograr la aprobación del proyecto de legalización del aborto. De todos modos nosotras creemos que hasta último momento es importante sostener la pelea y eso lo estamos haciendo con la presencia de todas estas compañeras y compañeros en la calle, que además sigue creciendo. El pronóstico todavía es incierto pero lo que sí sabemos, y seguimos comprobando en cada momento, es que ésta es una pelea que en muchos sentidos ya ganamos. Es la pelea de la instalación de la cuestión del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y también de la visibilización de lo que se está confrontando en esta sociedad”.

En ese sentido, señaló: “Los argumentos que cada vez se están planteando con más virulencia desde el otro sector, son argumentos que desprecian absolutamente la condición de las mujeres, muy especialmente la de las mujeres pobres, las trabajadoras, que solamente podemos garantizar nuestro derecho a la salud desde el sistema público. Es muy visible la presión de la Iglesia, de los sectores que acompañan a las iglesias en esta pretensión de controlar a nuestras sociedades a través del cuerpo de las mujeres”.

Y agregó: “Esa visibilización de esta confrontación pone de nuestro lado la pelea por los derechos, por la justicia, por la igualdad, la libertad, una pelea que está siendo llevada con mucha claridad por las trabajadoras, por las jóvenes trabajadoras, por las estudiantes. Por esta razón estamos seguras que si esta votación no sale como nosotras creemos que debería ser en este momento, esta pelea la sostenemos y a esta ley la vamos a ganar”.

La secretaria de Igualdad de Géneros y Diversidad del Suteba y responsable del área de Educación Sexual Integral, Cristina Echegoyen, afirmó: “A lo largo de la jornada hemos estado conversando con los compañeros, las compañeras que han pasado por esta carpa y la verdad creemos que es muy importante resaltar y tener en cuenta el debate que se ha generado en la sociedad en relación a la interrupción voluntaria del embarazo pero que trasciende esa cuestión puntual y tiene que ver con el lugar de la mujer, no solamente sobre las decisiones que podemos tomar sobre nuestros cuerpos, sobre la maternidad, sino también en relación a las cuestiones laborales, a los lugares que ocupamos en las organizaciones políticas, sindicales. Este debate nos fortalece como organizaciones sindicales”.

“Es un tema de justicia social, de salud y derechos humanos, principalmente porque la posibilidad de tener acceso a un aborto seguro, legal y gratuito va a ser para las mujeres trabajadoras, que integramos los sectores populares. Es fácil resolver un aborto cuando los recursos económicos están. Ahí no hay necesidad de gratuidad ni de legalidad porque la seguridad está. Es una cuestión de clase. Las mujeres trabajadoras muchas veces exponen su vida ante un aborto inseguro”, subrayó y agregó: “Hay otras cuestiones también que tienen que ver con cómo visibilizar esto en nuestro trabajo para poder utilizar el tiempo, si fuese necesario con una licencia. La ilegalidad y la clandestinidad nos llevan a estas cuestiones”.

“Será ley, más temprano que tarde. Por supuesto que el resultado que imaginamos no es favorable, pero esto va más allá de cualquier votación. Nosotras estamos protagonizando la historia, que ya a partir del 13 de junio la sociedad argentina no es la misma, que hay una deuda de la democracia para con nosotras y cuando nos ponemos en clave política podemos sacudir la tierra y podemos ir por más”, expresó Laura Sotelo, secretaria de Género de ATE Capital.

“Incluso no es sólo el aborto lo que estamos discutiendo sino que estamos discutiendo un sistema económico y en estas alianzas que el feminismo teje sabemos que hay un cambio de paradigma, que estamos apostando a hacer mucho más habitable el mundo para todas, para todes y para todos, porque el feminismo convida a que nos podamos pensar como humanidad libre”, agregó.

La referente de Género de ATE Capital también se refirió al caso de Liliana Herrera, la joven de 22 años que murió en Santiago del Estero por un aborto clandestino. “El aborto es una realidad, el aborto sucede, son 500 mil por año. Tuvimos una muerte en el fin de semana pasado en el medio de esta coyuntura tan intensa. El primer punto es una realidad, ya es innegable. Si las mujeres no accedemos a un aborto seguro corre riesgo la vida, nuestra salud. Cuando es sistemático es un hecho de salud pública”.

Concordó con que el acceso a un aborto legal implica que sean respetados los derechos humanos “en todos los sentidos, porque es el derecho a decidir”. Y agregó: “Es el derecho al goce, pudimos separar la sexualidad de la reproducción y también, ya que somos sindicalistas y que las trabajadoras pusimos toda nuestra lucha, todo nuestro engranaje sindical en esta lucha, decir que cuando nos obligan a ser madres, también nos están obligando a decidir una forma de relación con el trabajo porque por esa misma causa el mercado laboral nos eyecta, porque no está garantizada la maternidad desde el Estado, la comunidad, la familia, como en un sistema integral y quedamos reducidas a la tarea de la reproducción, y ésa es la causa por la cual estamos diferencialmente y no accedemos a una verdadera independencia económica. Con lo cual hay una trama de corazón simbólico, de cómo se mueve el mundo, cómo se mueve lo reproductivo y lo productivo y son nuestros cuerpos los que todavía esta legislación considera que tiene propiedad. Nos consideran vientres, sin embargo la calle ya dijo que seremos libertad”.

“El slogan mentiroso, publicitario, de salvar las dos vidas es vacío, es un slogan sin contenido. El contenido de la vida, de la justicia social, de la igualdad es el que está del lado del derecho al aborto legal, seguro y gratuito”, sentenció Estela Díaz y aseguró que el aborto es una causa muy elevada de morbi-mortalidad materna.

“Hay ingresos hospitalarios de más de 50 mil mujeres por año que llegan con complicaciones muy serias por abortos clandestinos. Hay una segregación, una discriminación clara de clase. Por eso es una injusticia social. Porque si tenés recursos económicos te hacés un aborto en condiciones absolutamente seguras, o si tenés acceso a la información o si llegás a las redes de mujeres que acompañan. Si vivís en una localidad alejada, si sos víctima de violencia, si tenés pocas posibilidades de acceso, llegás a un aborto inseguro. Es una profunda injusticia social y es una desigualdad y discriminación, porque la penalización del aborto afecta a un solo género y es la tutela que el patriarcado quiere seguir dejando sobre nuestros cuerpos. Lo vamos a seguir denunciando con enorme fuerza y nuestra lucha es justa, es de toda razón y justicia que el aborto sea legal. Vamos a seguir peleando con todas las fuerzas”.

Yamile Socolovsky fue una de las más de 700 disertantes que intervinieron en el debate en Diputados durante los meses de abril a julio. También lo hicieron, en representación de las trabajadoras docentes y de otros sectores, la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, y Estela Díaz. “Fue importante poder plantear en ese ámbito, público y fundamental de nuestra organización democrática, los argumentos que hemos construido en el espacio colectivo de las mujeres trabajadoras. Y poder plantear con claridad que éste es un tema de derechos humanos, de justicia social, pero que también es un tema que tiene que ver con la reivindicación de nuestra autonomía. Cuestiones que por mucho tiempo eran planteadas con mucha cautela y mucha dificultad en ámbitos públicos tenían que resonar ahí y para mí había una situación muy importante que era la posibilidad de llevar al espacio legislativo la voz de las compañeras organizadas en el movimiento popular”, aseguró Socolovsky y añadió: “Ha sido una buena experiencia. En Diputados nos fue bien, logramos generar algunos cambios de decisión en legisladoras y legisladores. Sabíamos que el Senado iba a ser más difícil, ahí las presiones corporativas, de las provincias son mucho más fuertes. Pero también estamos haciendo un aprendizaje en esta articulación de la movilización popular con los espacios legislativos, que además deberemos seguir construyendo para que sean efectivamente representativos de nuestros intereses".

A pesar de la lluvia, el viento y el frío, miles de personas permanecieron durante toda la jornada a la espera de la votación en el Senado, donde todavía continuaba el debate al cierre de esta nota. "Hay que ver, hay que ver. Hay que ver las vueltas de este gobierno. Con las pibas que caminan pa’ delante y el gobierno que camina para atrás", cantaba un grupo de chicas de secundario.

La marea verde seguía inundando las calles porteñas y de algunas de las principales ciudades del país en reclamo de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.

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