Durante el Plenario Nacional que tuvo lugar en la sede de nuestra Central el pasado 14 del corriente, se analizaron diversos temas y, en particular, la situación política actual a propósito de la deuda externa.
Se consideró que, en esta situación, el poder dominante local y quienes desde el FMI pretenden erigirse en una suerte de gobierno supranacional, van a tratar de instalar como un hecho irreversible que el único camino que le queda a nuestro país es cumplir al pie de la letra con sus exigencias.
Para nosotros, que somos luchadoras y luchadores del campo popular, resulta un imperativo torcer ese destino que nos prescriben los poderosos confrontando otra mirada consistente en plantear el debate sobre quiénes van a pagar lo que haya que ajustar, levantando la consigna de priorizar la Deuda Interna por sobre la Deuda Externa.
No podemos hacer una lectura que nos haga mirar con derrotismo lo que viene de aquí en más, ni caer en el discurso de que “son todos lo mismo”. La experiencia real de los trabajadores nos demuestra que no es así. Si dentro de dos años ganara la actual oposición las cosas serían peor. De hecho, muchos de ellos, cuestionan que en el acuerdo no aparezca la exigencia de reformas estructurales que básicamente significan terminar con las paritarias libres y avanzar con la reforma laboral y previsional, como un camino para horadar la fuerza organizada que todavía les impide llegar hasta el hueso con la superexplotación de los trabajadores y las trabajadoras. Es la Gestapo anti-sindical por otros medios.
Quieren terminar con la única fuerza del movimiento popular que aún tiene plena autonomía, para poder avanzar hacia un modelo de país, como dice Larreta, en el que puedan cooptar a una parte del peronismo dispuesta a ser furgón de cola en la consolidación de una economía de mercado que funcione absolutamente subordinada a la lógica del capitalismo global. Ese modelo es el que requiere agrupar al 70% de la clase política para dejar afuera al 70% de los que habitamos este país.
Tenemos una tarea enorme por delante: impulsar la convocatoria de un bloque social que traccione esa discusión acerca de quién tiene que pagar la crisis. Eso sólo será posible con fuerza popular organizada.
El principal objetivo, a partir de ahora, debe ser recuperar la movilización popular para disputar con el poder hegemónico la agenda de salida de la crisis. Esa movilización tiene ser convocada desde un amplio espacio que integre a los sectores del movimiento obrero, del pequeño y mediano empresariado nacional, del cooperativismo, de los organismos de derechos humanos, de los movimientos sociales, etcétera.
Entendemos que algunos ejes para transitar el camino de reconstrucción de la fuerza popular son:
. Economicidio: Generar en el marco de un espacio multisectorial el debate para introducir la tipificación del delito económico contra el pueblo. El hambre y la desocupación tienen que convertirse en delito de economicidio cuando son producto de políticas que responden a la salvaguarda de intereses de minorías privilegiadas.
. Nunca más: Llevar adelante acciones para construir como corriente de opinión mayoritaria la idea de un “Nunca más al FMI” y el circuito de endeudamiento externo como método de condicionar el desarrollo económico soberano.
. Tributación progresiva: Avanzar en iniciativas tributarias progresivas en un sentido similar al Aporte Solidario, en las que paguen más los que más tienen, para que, si hay algún tipo de ajuste, sea sobre los patrimonios de las grandes fortunas.
Es en función de todo lo expuesto que el Plenario Nacional de Secretarias y Secretarios Generales ha resuelto:
1) Movilizar en todo el territorio el próximo 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, acompañando el protagonismo indiscutible de los movimientos feministas en nuestra país, así como respaldando el conjunto de sus históricas reivindicaciones.
2) Sumar la fuerza de nuestra Central a la gran movilización nacional que tendrá lugar el 24 de marzo venidero, al cumplirse 46 años de la implantación del terrorismo de Estado y el inicio de la entrega del país al neoliberalismo.
3) Promover desde ya, junto a las corrientes sindicales afines a nuestra Central, la organización y convocatoria de un acto en conmemoración de los 40 años de la histórica jornada por Paz, Pan y Trabajo que el 30 de marzo de 1982 fuera llamada por la CGT conducida por el compañero Saúl Ubaldini.
4) Con idéntico criterio unitario y organizativo, al recordarse el 40 aniversario de la guerra en Malvinas, impulsar desde ahora una gran movilización para reivindicar la soberanía argentina en todo el territorio nacional y la imperiosa necesidad de definir medidas tendientes a revertir la extranjerización de nuestro suelo, tal como ha tomado estado público en el episodio de Lago Escondido.
5) Reclamar que la Comisión Bicameral que investiga la deuda externa se reactive de inmediato y produzca las conclusiones a partir de las cuales se termine con el secretismo y la ciudadanía pueda acceder a la información relacionada con la fuga de capitales, las maniobras ilegales de operadores financieros, el destino de los recursos y las complicidades de las autoridades políticas involucradas. La CTA demanda a partir de ahora la tipificación del delito de economicidio, tanto en relación a sus responsables locales como a la élite del poder económico transnacional.
6) Reafirmar que los salarios deben ganarle a la inflación porque ésta resulta ser siempre la vía de la transferencia de recursos de los sectores populares hacia los sectores concentrados de la economía. Los salarios de la Argentina, medidos en dólares, acabaron por ser hoy uno de los más bajos de América Latina, por lo que es absolutamente inaceptable la presión de los formadores de precios para colocar en el mercado interno los productos de la canasta básica a valor dólar.
7) Demandar al gobierno medidas efectivas para frenar el incesante aumento de los costos de la canasta básica y establecer iniciativas para que pequeños y medianos productores sean incorporados como actores clave para defender la mesa de los argentinos.
8) Exigir que en las paritarias del sector público y privado, así como en el Consejo del Salario, el gobierno propicie la efectiva recuperación de los salarios, las jubilaciones, las pensiones y los subsidios.
9) Seguir impulsando a nivel nacional y provincial la continuidad de la campaña por una Justicia Independiente y Democrática.
10) Reinscribir en la memoria de nuestra clase -en el contexto de las denuncias sobre la Gestapo antisindical- el Decreto firmado el 17 de febrero de 1977 por Jorge Rafael Videla y su ministro de Trabajo, Horacio Tomás Liendo, disponiendo la caducidad de los padrones sindicales como complemento a la ola de secuestros y asesinatos de dirigentes gremiales.
11) Este Plenario Nacional pasa a cuarto intermedio para reanudar la sesión convocando a los diputados nacionales Pablo Carro y Hugo Yasky una vez que exista información acerca del contenido del preacuerdo con el FMI a los efectos de conocer sus informes y tomar una determinación al respecto.