En la CTA de lxs Trabajadorxs se realizó la primera de una serie de actividades orientadas al análisis y estudio de la llamada Industria 4.0, con la participación de dirigentes y militantes sociales, sindicales y políticos junto a especialistas e investigadores del ámbito académico. Fue organizada por la FeTIA, el Centro de Estudios y Formación Sindical, la Fundación Acción para la Comunidad y el Centro de Estudios Nuestroamericano ’Chávez- Kirchner’.

El encuentro tuvo como objetivo promover la planificación de un plan de capacitación en los temas inherentes a la Industria 4.0 y Futuro del trabajo. Compartieron la reunión investigadores del Conicet y de universidades del conurbano, junto a los compañeros de FeTIA (Metalúrgicos de Villa Constitución, Jerárquicos del Subte, APAI, profesionales, ingenieros, referentes de Energía Nuclear -quienes también están en los equipos técnicos del candidato a presidente Alberto Fernández- y compañeros docentes).

“La Industria 4.0 hoy en día está preparada como modelo con el fin de reemplazar al trabajador por máquinas, tal como oportunamente y siglos atrás fue implementada la teoría del Ludismo y los movimientos sociales que apuntaban contra el Maquinismo. Hoy en día se nos presenta un nuevo paradigma para afrontar ese cambio estructural de ideología que está llevando adelante la derecha y las corporaciones multinacionales para cambiar la estructura, desplazar al trabajador y volverlo impropio como parte de un proceso productivo”, explicó el abogado Jonathan Boyer.

También se refirió al análisis que hicieron durante el encuentro respecto de las consecuencias que la tecnología 4.0 podría generar en las relaciones de trabajo y humanas. “Intentamos ver cómo cambiar nosotros la visión que tenemos hoy en día, como organización sindical y social, para afrontar ese inconveniente, ese problema futuro y ya bien presente -ya que esos procesos están en curso y se están desarrollando en los países centrales- cómo van a terminar afectando al trabajador, para que no quede por fuera de ese sistema”, expresó Boyer y agregó: “Creemos que el inconveniente no pasa por las estructuras sino por quiénes ostentan y administran esas estructuras. Porque una cosa es pensar un modelo de Industria 4.0 analizada desde los centros de poder que lo administran sin importar quién es el trabajador, contando además con masa disponible, calificada o no, para desplazarla y poder reemplazarla por máquinas y otra cosa es pensar en ese proceso que se va a llevar a cabo no de manera fatalista, sino para ayudar al trabajador. La idea es que el proceso que hoy en día está llevando tecnología 4.0 sirva tanto para la empresa, pero principalmente para el trabajador, sin quitarle su puesto de trabajo ni su fuerza productiva”.

En tanto, Daniel Santos, secretario general de APDESBA (Asociación del Personal de Dirección de la Empresa Subterráneos de Buenos Aires), definió: “La tecnología 4.0 significa que ningún ser humano en todo un proceso productivo toca el producto. Lo que sería Subterráneos de Buenos Aires, por ejemplo, no habría conductores, no habría boleteros que carguen la Sube, sería todo digitalizado. No habría fuerza laboral. El ser humano sería descartado. Esto es una realidad, desde el sindicalismo debemos ver cómo abordarlo y cómo sacar fruto de la misma. Supuestamente, toda tecnología es para mejorar la vida del ser humano. Debemos ver de qué manera puede beneficiar a los trabajadores: Disminución de la jornada laboral, para crear más fuentes de trabajo, sobre todo ver de mejorar las condiciones de vida del ser humano”.

El investigador del CONICET, Bruno Fornillo, reflexionó: “La tecnología impacta sobre el trabajo, sirve para desarrollar formas de desarrollo novedosas. El tema clave es quién asume esa tecnología 4.0, quién asume el desarrollo tecnológico, quién lo comanda, al servicio de qué está, qué tipo de producción, qué tipo de desarrollo. Hay una cuestión tradicional que dice la tecnología depende del tipo de uso que se le dé. Lo que yo creo es que hoy por hoy los problemas ambientales, la necesidad de generar un nuevo tipo de desarrollo, el fin de la cuestión fósil, requiere de una nueva manera de pensar el desarrollo, la innovación, la electromovilidad, autos, camiones, bicicletas, motos, a electricidad. Todo eso está hablando de un nuevo paradigma energético, de consumo, que trae a la luz tecnología renovada que hay que apropiar, inventarla, y la Argentina tiene que formar parte de ese mundo, de esa ola”.

Ariel Báez, docente de la Universidad Tecnológica Nacional, secretario de Planeamiento de la UTN de Avellaneda y miembro del equipo Nuclear de la FeTIA y del Frente de Todxs, opinó: “Este tema requiere un desarrollo mayor en áreas específicas. Lo que hoy surgió es que hay aspectos puntuales que hay que tocar, sobre los que debemos trabajar para poder desarrollar una postura, compartirla con el resto de los trabajadores para que entre todos podamos generar una visión respecto a la próxima industria que se viene”.

“Este primer encuentro fue introductorio. Estuvimos viendo cuáles son los aspectos que nos llegan de esto en función de los tipos de industrias, las posibilidades de desarrollo que están haciendo las universidades, lo que están haciendo otros sindicatos del mundo y lo que está pasando en relación a esto, que todavía no es tanto en la Argentina, pero cómo puede afectar sobre todo las relaciones del trabajo y las posibilidades de trabajo futuras”, detalló Báez y agregó: “Todavía no hay países que hayan desarrollado totalmente la Industria 4.0. Nosotros estamos trabajando con documentación emanada de la OIT, con lo que va a ser la discusión del próximo gobierno argentino y lo que emana de centrales sindicales internacionales. Trabajamos con lo que viene de IndustriAll y lo que viene de sindicatos como Alemania, Estados Unidos, Brasil”.

Marcelo Mosquera, delegado de la UOM Villa Constitución, miembro de la Comisión Interna y trabajador de Acindar, manifestó que las distintas tecnologías ya están provocando la reduciendo personal en la acería. “Hoy la empresa apunta a la reestructuración de personal aplicando la tecnología y achicando planteles y mano de obra de trabajo. Creemos que la tecnología debe avanzar pero sin reducción de personal. Nosotros hoy necesitamos que haya más mano de obra”, aseveró.

“Es importante que desde la FeTIA y de distintos sectores del trabajo empiece a manifestarse una preocupación sobre cambios que se están dando a nivel global que están en el centro de las discusiones de los organismos internacionales y viene como una fuerte ofensiva de las empresas nacionales sobre los derechos de los trabajadores”, aseguró la docente e Investigadora de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Cecilia Anigstein, y agregó: “Es necesario que las trabajadoras y trabajadores organizados comiencen a estudiar el tema, poder entender cuáles son los cambios que se vienen, qué características van a asumir y cómo pueden afectar tanto el empleo como nuestros derechos como trabajadores”.

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