En el programa “Con las Patas en la Fuente”, en Radio Nacional Resistencia y con la conducción de Belén Rodríguez, secretaria general de CTA Chaco, el secretario general de la CTA Chubut, Tomás Montenegro, fijó la posición respecto de la megaminería

Belén Rodríguez: Inauguramos en el programa un espacio “Justicia ambiental” y por el proyecto que se ha tratado en la Legislatura de Chubut, impulsado por el gobernador Mariano Arcioni, referente a “zonificación minera”, que llevó a una medida de fuerza por 24 horas a la CTA Chubut, queríamos que nos cuentes cómo fue, y de qué se trata este proyecto.

Tomás Montenegro: En realidad esto viene ya desde el año pasado, pero es de 20 años que venimos con esta lucha, sobre todo el año pasado, desde la CTA de los Trabajadores, venimos realizando paros provinciales por el tema de contaminación, porque tenemos una larga historia respecto al rechazo a la megaminería y todo lo que eso significa para nuestro pueblo, nuestras tierras, nuestra soberanía para la defensa de nuestro territorio.
El proyecto de zonificación minera que el gobernador Arcioni en la provincia de Chubut impulsa, tiene que ver con generar en zonas de la meseta, en el centro de la provincia, zonas de sacrificio en donde la megaminería que hoy está prohibida en la provincia, fruto y conquista de la lucha del pueblo de la provincia de Chubut en el 2003, con una ley que prohíbe ese tipo de emprendimientos extractivistas con la utilización de cianuro y otros tóxicos que contaminan el agua, el medioambiente, la zonificación minera no es ni más ni menos que un adorno donde pretenden en las zonas de menor densidad geográfica, como es la meseta, que son zonas obligadas desde las políticas públicas y que valiéndose de esa ausencia del Estado en muchas situaciones intentan exponer a estos tipos de emprendimientos, como la megaminería, como una solución a la falta de trabajo, a la falta de elementos de insumos necesarios para la vida, como el agua, la electricidad.

La realidad, para tener un poquito de línea histórica de cómo venimos, cómo llegamos hasta aquí, debemos recordar que nosotros aquí, en Esquel, donde estoy en este momento, mi ciudad natal, en Chubut, en la Cordillera, en el año 2003, luego de muchas asambleas, convocatorias populares, donde fuimos tomando noción de qué significaba un emprendimiento de oro y plata en la ciudad de Esquel, logramos, a través de la organización popular un plebiscito donde el 82% de la población rechazó el emprendimiento minero. Eso después, se fue profundizando en un debate en toda la provincia que terminó con la aprobación de estas leyes que prohíben y en todo el territorio de la provincia de Chubut. Nosotros hemos tomado conciencia, a través de estos años de discusión cómo son las reglas del juego en nuestro país respecto a la megaminería. Es interesante hablar esto porque no es un solamente un problema de Chubut, es un problema de todo nuestro país.

Las leyes mineras que rigen en nuestro país se llevaron adelante en la época neoliberal de los 90, en la cual no solamente se entregaban no solo las empresas del Estado sino toda la soberanía y los recursos del Estado. De hecho hoy el Estado argentino tiene sus propias limitaciones para explotar esos recursos. Están amparados legalmente donde tienen exenciones de impuestos. Cuando estas actividades se desarrollan por puertos patagónicos el Estado mismo les da una compensación por generar actividades para esos puertos. Nunca está claro lo que declaran, lo que se llevan. Está comprobado que en todos los lugares en los cuales se desarrollan este tipo de actividades, no se ha generado una solución respecto al empleo o a un ascenso social de las poblaciones, sino que generan más concentración de riqueza. Es el negocio de unos pocos vivos a merced de lo que es un saqueo, porque estamos diciendo que estos emprendimientos dejan el 3 y el 5% de las ganancias. Estas empresas multinacionales que hicieron toda su plataforma jurídica, económica a través de estas leyes, han generado el saqueo ideal para estos sectores porque se llevan el 95% de esas ganancias y en el mejor de los casos al pueblo argentino le queda el 3 o 5%. Por eso nosotros decimos que es un saqueo y cuando hablamos del desastre ambiental, no hace falta más ver en todos los lugares del mundo, en LA, o en Catamarca, en minera La Lumbrera, hay ejemplos de contaminación de aguas que son irreversibles, que condicionan las futuras generaciones y la posibilidad de tener emprendimientos que sean sustentables con el medioambiente y la población.

Respecto a los incendios que arrasaron 50 mil hectáreas en la provincia de Chubut, Montenegro expresó: “Dos cosas, se está estudiando el origen de los incendios. Es verdad, que en algunos casos ha sido por falta de mantenimiento en líneas eléctricas de tensión que han provocado cortocircuitos que fueron algunos de los principales focos de incendio y también hay grandes sospechas que ha sido intencional en los términos de las especulaciones que hay a veces con las tierras. Está en averiguación. En la Cordillera patagónica, Chubut, Río Negro, hay especulación sobre la venta de tierras, los negociados, Lewis, Benetton, muchos ejemplos donde vemos eso. Los terratenientes que se apropian de lugares fundamentales, de agua dulce, bosque, glaciares, o lugares estratégicos de Cordillera, limítrofes, etc., mientras vemos que nuestra población en general tiene problemas de acceso a la tierra, al agua, al hábitat, a una vivienda digna. Son cosas que estamos viendo.
Todo esto debemos resumirlo en términos de un modelo. Los trabajadores tenemos que seguir sosteniendo en cuanto a nuestras banderas históricas de lucha y de construcción. Nosotros, que hemos aprendido de nuestros grandes dirigentes y a lo largo de la historia, la defensa de la soberanía, independencia económica, distribución de la riqueza, justicia social, jamás podríamos estar de acuerdo con proyectos como la megaminería que significa concentración de la riqueza para unos pocos vivos; condicionamiento para futuras generaciones, contaminación de agua de río, que en algunos casos son la única fuente de agua que tiene nuestra provincia, que condicionan otros emprendimientos de agricultura, ganadería y luego de explotarse allí dejan a un pueblo desamparado, saqueado y sin ningún tipo de alternativa, o este tipo de mecanismo que estamos viendo con el manejo de la tierra.

Todo esto, aprendido a lo largo del tiempo, hace que en lugar de llamarlos recursos naturales, los llamemos bienes comunes naturales, que también tiene que ver con otra perspectiva, otra mirada de lo que le pasa a la humanidad y desde dónde como trabajadores, no sólo en la defensa de un empleo digno, también tenemos que trabajar para que sea digno, sustentable y sostenible. Sustentable con el medioambiente y sostenible en el tiempo, que nos permita acceder al buen vivir, a una vida digna y de los derechos consagrados.

Debemos luchar contra esto: las concentraciones, el saqueo, contra estas políticas que muchas veces hay que modificar. Hay que dar una lucha porque en nuestro país, si bien hemos tenido gobiernos que han favorecido a los sectores populares, como los de Néstor y Cristina, durante 12 años, luego tuvimos nuevamente el avance de las concentraciones, de Macri, del neoliberalismo que ha dejado esto condicionado y creo que nosotros tenemos la obligación, a pesar de las limitaciones y de los condicionamientos, decir las cosas que no se pueden hacer. Este tipo de cosas significa algo que no tiene nada que ver con lo que nosotros pensamos ideológicamente o lo que queremos de un proyecto de país, de patria grande. Sino, recordando a Galeano, podemos decir que estas venas de América Latina, de las que hablaba él, siguen abiertas en muchos lugares de nuestra Patagonia, en otros lugares de nuestro país que sabemos que luchan contra esto.

Es allí donde nosotros nos paramos creyendo que hay que dar esta discusión en cada uno de los lugares de la central de trabajadores. Debemos dar esta discusión profunda respecto dónde nos paramos, ser coherentes con nuestras banderas históricas de un modelo de país, de patria grande y de creer que un mundo mejor es posible. Por ese camino estamos transitando en conjunto con un montón de organizaciones del pueblo, de los científicos, universidades, de la juventud, que claramente toma muchísima conciencia respecto a este tipo de cuestiones y nosotros entender que hay que recuperar con los mejores valores la política para salir a dar estas discusiones como una herramienta de construcción y de derechos para el pueblo argentino, para los trabajadores.

B.R.: Hay una pregunta que solemos siempre formular a compañeras, compañeros con responsabilidades dentro de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores y es por qué los trabajadores y trabajadoras debemos discutir esto. Has fundamentado todo tan bien que no hubo necesidad de hacer más preguntas. Nos estás dejando muy claro y volvés a interpelar respecto al compromiso y a la responsabilidad que nos compete, esto de que jamás podríamos acompañar nosotrxs estos proyectos de concentración económica, de saqueo y mucho menos de contaminación de nuestra casa común, de nuestro espacio vital para el desarrollo de nuestras vidas.

T.M.: Nosotros, que venimos desde el año 2002, siempre dijimos que el destino de los pueblos, en este caso con experiencia local que luego se fue haciendo provincial hasta que en diferentes lugares del país se comenzó a discutir también esto, nunca se puede definir en cuatro paredes el destino de los pueblos. Cuando comenzamos con esta lucha de la megaminería, decimos que el pueblo debe tener información real y a medida que nosotros teníamos más información, más cuestionamientos o más dudas, porque es cuando uno va conociendo los desastres ambientales y en otros lugares del mundo, cómo luego quedan condicionados los pueblos para siempre, cuando se retiran estos emprendimientos luego de haber saqueado los recursos, todo lo que queda, el problema social que se genera, cuando más información teníamos, las empresas o los gobiernos cómplices de esas empresas, más puestos de trabajo prometían, teniendo en cuenta las necesidades. Por eso muchas de las coyunturas económicas, sociales complejas, que siempre van a existir, no nos dejan abordar temas de fondo, que luego aparecen en esa coyuntura. Porque por ejemplo, hoy tenemos falta de empleo, de recursos genuinos, de motorizar la economía aparecen este tipo de emprendimientos como si fueran parte de una solución y en realidad te venden gato por liebre, porque en realidad lo único que están haciendo es un saqueo más, sosteniendo el modelo de fondo que queremos debatir. Porque si ampliamos un poco más, si el 95% del oro, la plata, de todo lo que se llevan las multinacionales, ¿dónde se lo llevan? Se lo llevan a los bancos, a los sectores dominantes concentrados del poder mundial que luego son los que siguen condicionando a los pueblos donde hay gobiernos débiles que los dejan entrar para seguir generando este mecanismo. Creemos que ahí es donde debemos fortalecer la conciencia de un pueblo que sabe defender sus derechos, que mira para adelante más allá de la coyuntura.

Nos planteamos hace tiempo una pregunta: “¿Vienen por el oro?” y un compañero contestó: No, vienen por todo. De ahí nació la frase: “Vienen por el oro, vienen por todo”. Nosotros lo sabemos desde siempre, entonces debemos recuperar nuestras raíces, levantar nuestras banderas históricas, de coherencia de la CTA y otras organizaciones de trabajadoras y trabajadores para seguir dando la lucha y discutir el país que queremos, cómo lo queremos, cómo seguimos consagrando derechos, sin entregar ni la soberanía, ni la independencia económica, que es lo que a nosotros nos va a garantizar más conquistas de derechos para el pueblo, utilizando siempre el concepto de que es a través de nuestra política como herramienta para conseguirlo. Es lo único que tenemos los trabajadores para cambiar nuestra realidad social, inmediaita.

Nuestra solidaridad a las compañeras y compañeros de Andalgalá, Catamarca, que están sufriendo una embestida, como la hemos sufrido tantas veces aquí en Chubut, que forman parte de esta discusión que debemos darnos. Tenemos que hacerlo sin titubear. Hay que repudiar todo lo que está sucediendo hoy en Catamarca. Toda nuestra solidaridad con esas compañeras y compañeros que han sido arrestados, que están siendo perseguidos, amedrentados, por defender mucho de lo que hoy acabamos de analizar.

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