Alba Lanzilloto, luego de estar presa unos días durante la dictadura, comenzó a buscar en forma incesante a sus hermanas mucho más pequeñas que ella, a las que se las llevaron y nunca más volvió a verlas.
Como si hubiese sido la mamá de Ana María y de María Cristina, y como si hubiese sido la abuela, buscó al hijo de Ana que nació en cautiverio. Lo encontró, y Maxi forma parte de esta gran familia de La Rioja que integran Organismos e instituciones que defienden incansablemente los Derechos Humanos.
Alba estuvo presente en Abuelas y en la Iglesia de la Santa Cruz, aportando su testimonio y su capacidad docente de enorme humanidad. Siempre se la vio acompañando a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en todos los actos y marchas.
Muy querida por todas y todos, hoy la despedimos; ella seguro estará abrazando a quienes tanto quiso y extrañó.
Abrazo a la enorme familia que la acompañó siempre en su lucha.
(*) Fotógrafa y documentalista.
Foto: Mónica Hasenberg.