El secretario general de la CTA de lxs Trabajadorxs y Diputado Nacional, Hugo Yasky, fue entrevistado por el periodista Roberto Navarro en el El Destape radio sobre las próximas elecciones nacionales, la cuestionada empresa Smartmatic y los ataques contra Sergio Palazzo, Pablo Biró y Hugo Moyano. Yasky además se refirió a la fortaleza del movimiento sindical argentino.

El Destape: Las preocupaciones son muchas ante las elecciones.

Hugo Yasky: Sí, evidentemente hay un intento de manipular el manejo de los datos, la transmisión de los mismos. Se cambia la empresa que proveía el sistema, de pronto aparece una empresa, Smartmatic, que tiene muy malos antecedentes tanto que ha sido cuestionada en varias elecciones, todo esto sobre la misma marcha y a pocas semanas de las elecciones. Hasta ahora la justicia electoral no contestó ninguna de las presentaciones, de manera que hoy hacemos esta denuncia pública porque creemos que es una elección en que va a ser clave la forma en que se expongan los datos, la precisión de los mismos y además la transparencia que es lo que está faltando en este momento.

Roberto Navarro: Usted piensa que quieren instalar un supuesto triunfo antes para que después haya una discusión, ¿qué es lo que creen exactamente?

H.Y.: Sí, sobre todo generar confusión como la que vivimos en el escrutinio del 2017, en el cual, de pronto se hacían comentarios, se sacaban conclusiones. Recuerdo panelistas de los medios de comunicación adictos al gobierno dando por sentado un resultado electoral, riéndose entre ellos de los llamados de atención que a las 12 de la noche hacían algunos representantes de Unidad Ciudadana y que finalmente, al otro día, a media mañana, nos terminamos enterando que el tan mentado triunfo no había sido así. Evidentemente esto en una situación de paridad de fuerzas, de polarización como la que descontamos se va a vivir dentro de un mes y en octubre, es una situación que puede generar situaciones muy graves.

R.N.: Pensaba si estas encuestas raras que están apareciendo en estos días, donde Macri súbitamente pasó de 24 a 38, no tienen relación con la preparación de un escenario así. Porque si usted tiene encuestas donde el candidato oficialista está 15 puntos abajo, después no puede decir que ganó.

H.Y.: Creo que evidentemente se está preparando ese camino. Si uno lee los medios de comunicación está claro que La Nación, Clarín y otros grandes medios, están trabajando afanosamente, haciendo horas extras para generar esa sensación de paridad de fuerza, que cuando uno recorre los barrios de la provincia de Buenos Aires, cuando uno ve los resultados electorales de las provincias, la verdad que resulta difícil imaginar la paridad de fuerza. El oficialismo recibió golpe tras golpe en nueve de las diez elecciones que se hicieron en las provincias y además en la provincia de Buenos Aires es difícil imaginar que puede haber paridad. Creo que están trabajando para que la sensación térmica sea ésa: polarización y paridad de fuerza con lo que también tratan de alguna manera, desalentar el voto, en opciones como la de Espert, Gómez Centurión, que a ellos le pueden parecer hemorragia de votos propios.

R.N.: Hace un rato Macri dijo que Palazzo es un prepotente, Biró un sinvergüenza, Moyano deja gente en la calle. ¿Hay también una suba en el nivel de agresión hacia el sindicalismo?

H.Y.: Creo que evidentemente la derecha en la Argentina y ese pensamiento troglodita que representa Mauricio Macri sueña con tener una Argentina parecida a Colombia, a Perú, a Paraguay, donde el movimiento sindical fue aniquilado, donde hoy solamente quedan escombros, de lo que en algún momento fueron grandes centrales sindicales que en esos países tenían la posibilidad de nivelar, impedir, que los sectores patronales arrasaran con los derechos. Hoy eso ya no existe. De manera tal que en la Argentina el movimiento sindical es un impedimento, un obstáculo para que todas las políticas de ajuste que Mauricio Macri quiere llevar adelante, se hayan podido concretar en los tiempos, con la dureza y con el filo que ellos querían. Esto está claro. El hecho de que permanentemente en el FMI le estén poniendo a Macri condiciones en una especie de morsa, donde todos los días tiene que ir a dar cuenta de si avanzan o no con la reforma laboral. El sindicalismo en la Argentina a ellos les representa un obstáculo, lo quieren erosionar, desprestigiar, tarea previa a lo que después quieren hacer que es la reforma laboral para que el movimiento sindical pase a ser simplemente una especie de figura simbólica, como lo es en muchos países de América Latina lamentablemente.

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