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CSI - Carta Abierta sobre Gaza y Palestina
La falta de actuación política en Gaza y Palestina constituye negligencia criminal: Carta abierta del secretario general de la CSI, Luc Triangle
La falta de actuación política en Gaza y Palestina constituye negligencia criminal: Carta abierta del secretario general de la CSI, Luc Triangle
Sres. Jefes de Estado, Gobiernos e instituciones internacionales:
El mundo está siendo testigo de un horror absolutamente incomprensible. Hace ya tiempo que se han traspasado los límites de la humanidad, que se han sobrepasado ciertas líneas rojas. La guerra en Gaza y la persistente represión en toda Palestina deben terminar ya.
El conflicto entre Israel y Palestina se remonta a varias generaciones, pero desde los infames atentados terroristas perpetrados por Ha más el 7 de octubre de 2023, estamos ante un nuevo y devastador capítulo. Aquel ataque fue una auténtica atrocidad. No obstante, el castigo colectivo infligido a modo de respuesta a millones de palestinos constituye un crimen de magnitud histórica.
Tras casi 22 meses de guerra, han muerto más de 60.000 personas, entre ellas más de 15.000 niños. Los 2,1 millones de palestinos que se encuentran en Gaza se enfrentan a la inanición y a bombardeos indiscriminados. Los otros 3 millones que están en Cisjordania sufren a diario humillaciones, violencia y una campaña sistemática de confiscación de tierras y de expansión de los asentamientos.
Y pese a todo, aparte de enérgicas declaraciones y protestas a escala mundial, la esfera política permanece paralizada, contemplando el desarrollo de esta catástrofe humanitaria como si tuviera las manos atadas.
Esto no es diplomacia. Esto no es neutralidad. Esto es complicidad.
La falta de actuación política ante estas atrocidades es indiscutiblemente negligencia criminal. Existen muchas opciones disponibles es en el marco del derecho internacional. La comunidad internacional debe actuar ya.
Los sindicatos de todo el planeta exigen acciones inmediatas y sostenidas.
1. Detener por completo el suministro de armas a todas las partes ya
Los gobiernos que han suministrado armas en este conflicto, ya sea en el pasado o en la actualidad, son corresponsables de este horror. Todos los gobiernos deben dejar de avivar esta guerra con armas cada vez más pesadas. Cada bomba, cada bala echa más leña al fuego y empodera a los extremistas para cometer crímenes de guerra. Hay que detener todos los bombardeos y ataques indiscriminados contra civiles.
2. Alto el fuego y acceso humanitario sin restricciones ya
Cada día, en Gaza, civiles inocentes mueren o quedan sepultados bajo los escombros de los bombardeos al intentar buscar alimentos para sobrevivir. En julio de 2024 visité el paso fronterizo de Kerem Shalom de Israel a Gaza, y pude comprobar que la infraestructura está ahí. Está perfectamente equipado para organizar la distribución de alimentos y ayuda a Gaza, pero no se está llevando a cabo.
La hambruna continúa debido a decisiones políticas, no a limitaciones logísticas. El hambre se está utilizando como arma de guerra. Los responsables de semejante crimen deben rendir cuentas de sus actos con arreglo al derecho internacional. La comunidad internacional debe exigir y hacer cumplir un alto el fuego inmediato y garantizar la entrega de alimentaos, agua y suministros médicos en Gaza.
Abstenerse de hacerlo es complicidad.
3. Liberar a todos los rehenes y presos políticos ya
Capturar a civiles como rehenes es un crimen de guerra. Conocí a una mujer israelí que había permanecido cautiva de Ha más durante casi dos meses. Su historia es desgarradora. Muchos de los rehenes eran voces progresistas, residentes de kibutz, activistas por la paz, que ahora son utilizados como peones en una partida brutal.
AI mismo tiempo, miles de palestinos están detenidos en cárceles israelíes sin el debido proceso. La mayoría no ha visto jamás a un juez. La detención sin juicio, sobre todo a una escala tan masiva, vulnera derechos fundamentales y fomenta una mayor radicalización. La justicia debe aplicarse a todos por igual.
4. Reconocer Palestina, poner fin a la ocupación y dejar de comerciar con los asentamientos
ilegales ya
Una solución de dos Estados ha sido la vía acordada desde 1967. Pero el reconocimiento del Estado de Palestina no debe ser una recompensa al final de las negociaciones. Es una condición previa al comienzo de un verdadero proceso de paz. Cada vez está más claro que el actual gobierno israelí no quiere vivir al Iado de una Palestina autónoma e independiente.
Tras la destrucción de Gaza, el desarraigo de toda su población y la ampliación de los asentamientos,
¿qué quedará de Palestina una vez acabe el horror? ¿Cómo vamos a resolver y revertir los asentamientos ilegales, las agresiones diarias de los colonos, la intimidación y la humillación a que se ven sometidos los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este? Las empresas y los gobiernos que se benefician del comercio con los asentamientos están perpetuando su existencia.
5. Fortalecer la democracia para aportar paz ya
En Cisjordania fui testigo de la cruda realidad de la ocupación: interminables puestos de control, la violencia de los colonos, y un régimen de segregación que evoca los días más oscuros del apartheid sudafricano. Israel impide a la Autoridad Palestina gobernar y aspirar a la autonomía política y económica. Este vacío lo están llenando los extremistas.
Hamás es una organización terrorista. El asesinato masivo de 1.200 civiles y la captura de 250 rehenes constituye un crimen contra la humanidad. Pero el gobierno israelí del primer ministro Netanya hu ha optado también por la vía del extremismo: la matanza de más de 60.000 habitantes de Gaza, entre ellos miles de niños, y la inanición de toda una población son injustificables.
Hamás no será derrotado por Netanya hu. Ha más será derrotado por el pueblo palestino, si se le da esperanzas de un futuro libre y pacífico, con empleos decentes y una seguridad social y económica. En mayo de 2024 pude constatar personalmente en Cisjordania que el apoyo a Hamás aumenta a la sombra de la ocupación, la inseguridad, la humillación y la pobreza.
Los palestinos necesitan autonomía. Necesitan derechos. Necesitan reconocimiento. Israel exige lógicamente garantías de seguridad, y esa exigencia debe cumplirse. Pero la paz no puede construirse sobre la base del sometimiento.
También en Israel, muchos saben que esta guerra no puede conducir a la paz y la estabilidad. Muchos ciudadanos valientes siguen protestando contra su gobierno; exigiendo otra vía, basada en la paz, no en una guerra interminable. Los actuales dirigentes de Israel y Hamás se necesitan mutuamente para mantenerse en el poder. Su guerra es su estrategia de supervivencia.
Debemos decir la verdad a los gobernantes y a las personas. Debemos presionar a las empresas y a los gobiernos para que actúen. Debemos presionar para que se re abra el mercado laboral israelí a los trabajadores palestinos y se respeten los derechos laborales. Debemos trabajar por una solución auténtica de dls Estados, con una Palestina democrática, soberana y económicamente viable que pueda vivir en paz y en condiciones de igualdad junto a un Israel demorático que respete los derechos de todos de todos sus vecinos.
La guerra debe terminar ya y debe comenzar la justicia. Todos somos responsables. La falta de actuación es complicidad.
Atentamente
Luc Triangle
Secretario General