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Intervención en la Comisión de Previsión en el Congreso

, por CTA Comunica

La secretaria de Seguridad Social de la CTA-T, Sandra Zapatero, participó en la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la HCDN. "La seguridad social no es un privilegio. Es un derecho humano fundamental", definió. Y solicitó la restitución del plan de medicamentos sin cargo, aumento de haberes y una ley que contemple un plan de pagos de la deuda previsional.

Compartimos las palabras de la secretaria de Seguridad Social de la CTA-T, Sandra Zapatero, en la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la HCDN.

"Buenas tardes a todas las personas presentes. Quiero saludar especialmente a la Presidenta de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, Gabriela Browwer de Koning. También, a las señoras diputadas, a los señores diputados, compañeros y compañeras.

La seguridad social no es un privilegio. Es un derecho humano fundamental. Una herramienta poderosa para combatir la discriminación, reducir la pobreza y promover la inclusión.

Su objetivo es claro: garantizar ingresos y apoyo a lo largo de toda la vida, con especial atención a quienes más lo necesitan.

Las Naciones Unidas lo afirman: El derecho a la seguridad social es esencial para preservar la dignidad humana, especialmente en momentos de vulnerabilidad.

Nuestra Constitución también lo dice. El artículo 14 bis establece que el Estado debe otorgar beneficios de seguridad social, de carácter integral e irrenunciable.

Y el Convenio 102 de la OIT nos obliga como país a garantizar prestaciones de vejez.

Ahora bien, hablemos de la sustentabilidad de la seguridad social. Esto no es un problema económico. Es una decisión política. Depende del compromiso del gobierno con este derecho.

Quienes creemos en una Argentina más justa, sabemos que la seguridad social es la forma más equitativa de distribuir la riqueza.

Por eso, un gobierno solidario debe invertir en ella. Pero el gobierno actual, junto con el FMI, quiere continuar lo que empezó Macri. Con la Reparación Histórica, con la Reforma Previsional, quieren volver al sistema de capitalización individual.

Y acá hay una decisión de fondo: ¿Quién sostiene la seguridad social? ¿Los ricos o los pobres? La respuesta, compañeras y compañeros, es política. Y hoy está claro: Milei y su troupe quieren que la crisis la paguen los jubilados, jubiladas, trabajadores y el pueblo.

Toda la economía de Milei está sometida al pago de la deuda externa. Con el aval del FMI. Un FMI que, además, toma el control del gobierno y pide atacar a los jubilados.

Por eso, aprovecho este momento para pedirle algo muy claro a la oposición: Cuando vuelvan a ser gobierno, por favor, en defensa del sistema de seguridad social, desconozcan esta deuda. Porque es ilegal. Porque surgió de un DNU. Porque no fue aprobada por el Congreso. Y porque responde a una decisión claramente política. Desconocer una deuda ilegal es el primer paso para defender las jubilaciones y el sistema previsional argentino.

Sobre la moratoria previsional, todos lo sabemos: Sólo 1 de cada 10 mujeres, y 3 de cada 10 hombres llegan con los aportes necesarios para jubilarse. ¿Por qué? Por causas que no son responsabilidad de los trabajadores. Muchos empleadores no hicieron los aportes, aunque los descontaron. Y peor aún: quienes trabajaron en la informalidad, o se dedicaron a tareas de cuidado no remuneradas, como tantas mujeres, quedaron afuera del sistema. Y aun así, se les exige pagar una deuda que no contrajeron.

¡La deuda es con ellos! Todos y todas hemos contribuido a la riqueza del país. Y sin embargo, desde la perspectiva de género, las mujeres seguimos en condiciones laborales más precarias. Nos quieren hacer creer que estamos desvinculadas de la producción, cuando en realidad realizamos tareas de cuidado y del hogar,
que son esenciales para la creación de fuerza de trabajo. Y por lo tanto, para el funcionamiento de la economía.

La crisis del 2001 fue la explosión del modelo neoliberal. Un saqueo a la riqueza nacional, incluido el sistema de seguridad social. Las AFJP prometieron mucho... y no cumplieron nada.

En 2008, de 9 millones de afiliados, apenas 4 millones aportaban. Y las jubilaciones eran hasta 100% más bajas que en el sistema de reparto. Frente a ese desastre, se impulsó la primera moratoria. Activó el consumo. Reactivó la economía.

Luego, en la crisis del 2008, se eliminó la capitalización. Se creó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Y se lanzó otra moratoria. Se enfrentó la crisis con más seguridad social, no con recorte. Gracias a esas decisiones, Argentina alcanzó la mejor cobertura previsional de América Latina. Fuimos ejemplo de inclusión frente a la adversidad.

Después vino otra crisis: la pandemia. Hambre. Concentración de riqueza. Desigualdad. Esta moratoria que hoy defendemos no va a erradicar el hambre, pero puede reducirlo. Puede devolver derechos: el acceso al PAMI, al buen vivir, a una vejez digna. Con inclusión previsional, el Estado repara un sistema clasista. Un sistema donde el desempleo y la precarización son negocio para unos pocos.

Hoy, el trabajo está cambiando. Y nos preguntamos: ¿cómo va a responder la humanidad? Porque la mayoría vive del fruto de su trabajo. Y el sistema de inclusión previsional es una forma concreta de enfrentar esta crisis.

Estudios del CONICET muestran que las moratorias cambiaron vidas. Dieron autonomía a mujeres que vivían décadas en situaciones de violencia. Permitieron acceder a derechos. Al turismo. Al sistema financiero. Salvaron vidas. Literalmente.

Pero el modelo neoliberal aún deja huellas. La Ley 24.241 sigue vigente. Y el proceso judicial previsional, también.

Es urgente salir del legado neoliberal y construir una seguridad social más justa. Vivir más es un logro de la humanidad. Vivir más y con dignidad, es una posición ética. La solidaridad nos permitió evolucionar como especie.

Pero esa solidaridad, hoy, está en disputa. Durante la dictadura, se instaló una falsa idea: la ’solidaridad entre iguales’. Y eso redujo las contribuciones patronales.

Nosotros defendemos otra cosa: la solidaridad entre diferentes. Que los que más tienen, sean solidarios con quienes construyeron esa riqueza. Esta moratoria es solidaridad en acción.

Y frente a la crisis del sistema, me pregunto:¿Más seguridad social... o más represión?

Por todo esto, solicitamos:

 La restitución del plan de medicamentos sin cargo para jubilados y jubiladas.

 Un aumento de haberes que equipare a la canasta básica.

 Y una ley que contemple un plan de pagos de deuda previsional.

Esa misma moratoria que sí le dan a los empresarios para sus deudas con el Estado... pero que nos niegan a nosotros, los trabajadores.

Muchas gracias.

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