El cierre de listas el último fin de semana nos trajo como novedad que Sabrina Ajmechet, Secretaria de Investigación de la UniCABA, es candidata a diputada por la fuerza política de Larreta. A partir de esto salieron a la luz, declaraciones realizadas en redes sociales por la misma que se encuentran en las antípodas de los valores democráticos y de respeto a los derechos humanos y soberanía de nuestro pueblo.

Publicar jocosamente que desperdició la oportunidad de atropellar adolescentes del Pellegrini (UBA) y pedir perdón a la Patria por ello o poner en duda la soberanía sobre nuestras Malvinas forma parte, entre otras cuestiones, de las publicaciones que hace en sus redes sociales.

La funcionaria y candidata por la fuerza de Patricia Bullrich en Juntos por el cambio forma parte de ese «relato republicano» que habla de independizar la política de las aulas y asegurar la rigurosidad académica como fundamento de la formación docente, pero al mismo tiempo es quien escribe un discurso que predica todo lo contrario. Tenemos entonces una novedosa Universidad de Larreta que tiene entre sus filas a las «momias» del conocimiento que impulsan con jactancia un pensamiento arcaico, perimido, negacionista y con pocas vetas de innovación.

Y no solamente con esto cuenta el frondoso currículum vitae de esta docente de la UniCABA. También escribió un texto de divulgación científica en la revista PolHis que fue denunciado por plagio. En virtud de esto último le recomendamos a la Sra. Ministra que vea bien a quien contrata al momento de pensar la educación superior que propone.

A esta altura queda claro que no es una recién llegada a la política y que sus apreciaciones están llenas de discriminación y distan de querer vivir en un ámbito de concordia, democracia y aceptación de la diversidad. Todo lo contrario, profundiza el desprecio y la intolerancia.

Los docentes de los profesorados y de todo el sistema, por el contrario, enseñamos a vivir en un mundo donde las ideas puedan ser debatidas siempre teniendo como base la aceptación y el diálogo. No tenemos en nuestro discurso las palabras matar o despreciar como si lo hace público esta Secretaria de la UniCABA.

Por todo ello, exigimos a la Ministra que arbitre por todos los medios para que esta funcionaria deje sus funciones que menosprecian la vida en democracia y cruzan la línea del negacionismo.

Los 29 profesorados de pie

Secretaría de Educación Superior
Secretaria de Derechos Humanos
Secretaria de Políticas Universitarias

Publicada originalmente en: https://ute.org.ar/sabrina-ajmechet-lo-nuevo-no-tan-nuevo/

Publicación Página/12:

La precandidata a diputada por el Pro no solo se burla de los combatientes de Malvinas

Para Sabrina Ajmechet, la Noche de los Lápices fue "un operativo contra un grupo montonero"

Tras haber enfrentado un repudio generalizado por la difusión de unas publicaciones en las que se burlaba del reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, este martes se conocieron otros posteos de Sabrina Ajmechet, la precandidata a diputada nacional por Juntos por el Cambio impulsada por Patricia Bullrich, en los que cuestiona los trágicos acontecimientos sucedidos durante “La Noche de los Lápices”.

En un controvertido hilo de Twitter, publicado el 16 de septiembre de 2019, en coincidencia con un nuevo aniversario de este hito del horror de la dictadura, Ajmechet responsabilizó a las víctimas por su militancia: señaló que se intentó mostrar a los estudiantes detenidos y desaparecidos como "perejiles", cuando lo que hicieron los militares, en su opinión, fue "un operativo contra un grupo montonero".

“El 16 de septiembre de 1976 fue aquel episodio que todos nosotros conocemos como “La noche de los lápices”. ¿Qué pasó esa noche? ¿Cómo se lo suele recordar? Estas son dos preguntas que tienen respuestas diferentes”, escribió la historiadora a modo de introducción.

“Se lo suele recordar como un grupo de jóvenes que luchaban por el boleto estudiantil y que fueron secuestrados y asesinados. Esta es la memoria que se construyó en los años 80s. Se prefirió mostrarlos así, como unos perejiles (tal como hizo Olivera en su película)”, continuó.

Y agregó: “Lo que sucedió no fue esto. Fue un operativo contra un grupo montonero. Estudiantes fueron secuestrados y asesinados por su militancia en una organización política mediante una acción represiva ilegal que buscaba desmantelar todos los frentes de lucha de la organización armada”.

En esa misma línea, señaló: “Entre los jóvenes secuestrados estaban María Clara Ciocchini y María Claudia Falcone, dos dirigentes de la UES. En el momento del secuestro, ellas estaban armadas y en el departamento en el que se las secuestró se encontraron armas y explosivos”.

“Los estudiantes eran militantes y creían que las armas y la revolución eran la forma de hacer política. El Estado decidió reprimir y asesinar ilegalmente para frenarlo”, enfatizó.

Vale recordar que este lunes el precandidato a diputado nacional por la boleta de Juntos por el Cambio Ricardo López Murphy negó a los 30 mil desaparecidos, y aseguró que “ese número se originó para llamar la atención de los europeos, fue artificialmente inflado”.

Un hito del horror

La noche del 16 de septiembre de 1976 se inició un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 de Ejército para capturar a diez jóvenes que tenían entre 16 y 18 años, en su mayoría eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro fueron arrancados de sus domicilios esa noche; en tanto, el 17 los represores apresaron a Emilce Moler y Patricia Miranda. Gustavo Calotti había sido secuestrado diez días antes, pero era amigo de las demás víctimas y compartió sitios de cautiverio.

Cuatro días después fue detenido Pablo Díaz, quien formaba parte de la Juventud Guevarista, un grupo vinculado al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Fueron conducidos al centro clandestino de detención "Arana", donde se los torturó durante semanas. A algunos los trasladaron al Pozo de Quilmes, como a Emilce Moler y Gustavo Calotti, a la mayoría, en tanto, los trasladaron al Pozo de Banfield. Moler, Calotti, Miranda y Díaz recuperaron la libertad tras permanecer varios años entre cautivos y detenidos, en tanto los seis restantes permanecen desaparecidos.

Publicada originalmente en: https://www.pagina12.com.ar/357665-para-sabrina-ajmechet-la-noche-de-los-lapices-fue-un-operati

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