De cara al 8 de marzo, mujeres y diversidades trabajadorxs que integran sindicatos y organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos se reunieron en la Sala 2 del anexo C de la HCDN con diputadas y legisladoras porteñas para discutir entre todes una agenda en el marco del gobierno hambreador, saqueador, misógino y patriarcal de Javier Milei y sus cómplices de la clase dominante.
Convocades por la diputada de Unión por la Patria Mónica Macha, participaron también las diputadas de la misma fuerza Gabriela Estévez, Micaela Morán y Lorena Pokoik, las legisladoras porteñas Victoria Montenegro, Victoria Freire y Delfina Velazquez; la socióloga, historiadora y educadora Dora Barrancos, y la diputada del Parlasur Victoria Donda.
Por la CTA-T, estuvieron presentes la secretaria de Género y Diversidad de la CTA Nacional, Yamile Socolovsky, quien expuso junto a la secretaria general del sindicato de trabajadorxs sexuales AMMAR, Georgina Orellano. También se contó con la presencia de María Reigada, senadora provincial mandato cumplido y subsecretaria de Acción Política de la CTA Nacional; Cristina Echegoyen, secretaria de Igualdad de Géneros y Diversidades del SUTEBA; Camila Lynn, secretaria de Géneros e Igualdad de Oportunidades de la CTA Ciudad, y Yael Gabrielli, pro secretaria de Igualdad de Género y Discriminación en el Trabajo de APA.
Para dar inicio al encuentro, la diputada Mónica Macha expresó: “Lo importante de este espacio, de este rato que nos damos para seguir generando las articulaciones necesarias con vistas al 8 de marzo, una fecha para nosotras, nosotres tan emblemática, que tiene que ver con una instancia de lucha de lxs compañerxs trabajadorxs, que nos encuentra en un momento político que no voy a clasificar porque lo venimos haciendo todo el tiempo. Porque es abrumadora la secuencia de destrucción de nuestro Estado Nación que viene sucediendo cada día. Y me parece fundamental que podamos escucharnos, tenemos ese ejercicio desde hace muchísimo tiempo y es muy valorable que podamos llevar adelante estas instancias. Y donde también me parece fundamental hacer esa articulación, en lo que venimos trabajando hace tanto tiempo, entre la desigualdad social y las desigualdades de géneros. Porque en definitiva la pobreza, la falta de trabajo, la falta de alimentos en los comedores sigue pegando más a las mujeres, a las niñeces, a las mujeres que cuidan niñeces de modo familiar o de modo comunitario, con lo cual me parece fundamental que en nuestras formas de organizarnos y de luchar no perdamos de vista esas dos dimensiones. Y por supuesto también esa otra gran dimensión, que tal vez es la base de todo, que es el racismo social, que es parte de nuestra forma de vincularnos y que también tenemos que deconstruirla permanentemente”.
La brecha existe y hay que hacerla visible
Compartimos a continuación la intervención de la secretaria de Género y Diversidad de la CTA Nacional, Yamile Socolovsky.
“Gracias compañera Mónica, compañeras diputadas, por esta oportunidad. Es en sí un hecho político y es parte del proceso que estamos construyendo de movilización, resistencia popular, recuperación de un horizonte de política, que es nuestra responsabilidad para todas, todos, todes, en este 8 de Marzo.
Nos preocupa muy especialmente que podamos con claridad plantear lo que representa el proyecto de Javier Milei, pero también lo que representa el proyecto económico de poder concentrado de la Argentina. Un proyecto de saqueo, produciendo hambre y sufrimiento en nuestro pueblo y como consecuencia una mayor concentración de la riqueza y una mayor expansión de la pobreza y de eso debemos hablar.
Quienes estamos aquí sabemos que la brecha existe, las mujeres y diversidades de los sectores populares somos quienes más padecemos la crisis, las que más sufrimos
La “e” se ha tornado más revolucionaria que nunca y también habla de la brecha. Contra todo lo que dice Milei y su entorno, sabemos que incluso hay muchos compañeros que no han terminado de entender del todo, la brecha existe y hay que hacerla visible, porque nosotras somos mujeres y diversidades trabajadoras.
También me parece muy importante en este contexto no perder de vista y lo estamos planteando en todos los espacios donde estamos discutiendo, el día que dijimos trabajadoras somos todas, mostramos nuestra capacidad política para reconstruir la unidad de la clase trabajadora que el capitalismo fragmenta, divide, debilita.
Es importante que podamos estar poniendo en nuestra movilización, en nuestra acción, la situación efectiva de las compañeras que están en las condiciones que estamos: las formales, las informales, las que están trabajando en contexto muy dificultoso; aquellas cuyo trabajo nunca ha sido reconocido, nunca ha sido remunerado, las compañeras que han trabajado toda su vida y ahora las denuncian, las acusan, por tener la posibilidad de gozar de un derecho que es absolutamente legítimo como es la moratoria.
En esa perspectiva creo que tenemos que hablar de este proyecto, que además de ser un proyecto de saqueo y de empobrecimiento de nuestro pueblo, de destrucción de nuestra soberanía, también conlleva la pretensión de disciplinar al campo popular.
En ese contexto también disciplinarnos a nosotras. Por eso lo definimos como un proyecto oligárquico patriarcal, que es una unidad y es lo que denunciamos y nos organizamos para dar pelea.
Queremos reivindicar la continuidad de la unidad de las trabajadoras organizadas. Vamos a estar movilizándonos en todo el país y en Buenos Aires concentrándonos y movilizando juntas. Vamos a estar realizando una conferencia de prensa en la CGT el día 8 de Marzo a las 09:00 de la mañana para reafirmar esa voluntad de unidad y de lucha que necesitamos”.
Queremos representar al pueblo y a las compañeras de los sectores populares
Intervención de la secretaria general del sindicato de trabajadorxs sexuales AMMAR, Georgina Orellano.
“Nosotras recién hicimos una olla popular de cara a la organización del próximo 8 de Marzo, en el barrio de Constitución, barrio muy atravesado por la violencia institucional, el hambre, por la situación de calle que atraviesan muchas compañeras que no tienen para pagar el alquiler o una habitación en un hotel, en una pensión, un inquilinato, y el ejercicio que hicimos fue poder preguntarnos quiénes de todas las que estaban ahí conocían lo que es el 8M.
Solamente una de las más de 60 compañeras vecinas, trabajadoras sexuales, trabajadoras de la economía popular, desocupadas, que están en situación de calle, durmiendo en las plazas, solamente una compañera levantó la mano afirmando que conocía el 8M y que lo conocía porque ese día ella iba a la marcha con su carrito a vender comida. Era lo más cercano que tenía al 8M.
Lo cuento acá porque hay muchas compañeras con quienes nos venimos cruzando en las asambleas, con compañeras del campo nacional y popular, con algunas coincidimos con otras no, sobre todo en la demanda concreta que tenemos quienes ejercemos el trabajo sexual, pero me parece que ahí, en esta construcción del 8M, en este análisis y diagnóstico que todas hacen de sus sectores nos falta algo, nos falta, además de hacernos la autocrítica, construir poder popular y un lenguaje que refleje lo que nosotras queremos representar, que es ni más ni menos que el pueblo y las compañeras de los sectores populares.
Y nos falta una crítica de por qué llegamos hasta acá. Por qué nos gobierna Milei. Por qué compañeras y compañeros nuestros, de los barrios, votaron ese proyecto político, votaron a Milei, por qué están desencantados con el peronismo. Nos falta esa crítica.
Como militantes, siguiendo la línea que señalaba la compañera Victoria Montenegro, nos falta la grandeza para poder reconocer no solamente los errores, sino también volver a pisar el territorio y apelar a la escucha.
Las compañeras no quieren que nosotras les hagamos un diagnóstico, porque abren la heladera, pisan la calle y ya tienen el diagnóstico todos los días cuando la policía les quiere pisar la cabeza queriendo coimearlas o sacándoles el carrito o corriéndolas de su zona de trabajo.
Lo que falta ahí es escucha. Si queremos construir un 8M debemos ir a escuchar, no sé si la palabra será enamorar, pero hay que ir a reconstruir ese tejido social que está roto. Ese tejido social está roto, y a veces, a nosotras mismas nos pasa, estar discutiendo algo y viene una compañera con una demanda concreta que es una botella de aceite, leche, o decirnos angustiada que no pudo mandar a sus hijos a la escuela porque ‘no tengo cómo hacerlo’. Y nosotras estamos ahí viendo si será ‘concentración’, será ‘movilización’, cómo podemos ir a pelear con la izquierda para que sea lo que algunas queremos.
Pero nos pasa en la diaria que nos quedamos nosotras mismas atrapadas en una rosca y mientras tanto a la compañera le pasa la vida.
El aporte que venimos a hacer a esta escucha, asamblea, es compañeras, volvamos al territorio. Hagámonos cargo de por qué hay muchas compañeras y compañeros que antes votaban al peronismo y que ahora no quieren saber nada con nosotras. No quieren ni que les hablemos de feminismo. Hay que reconocer eso también, qué hicimos desde el feminismo. Qué se hizo para que muchas compañeras no quieran saber nada con el feminismo. Cuando nosotras convocamos para que vayan a las asambleas nos dicen que ‘el feminismo está en Narnia, yo estoy en otra cosa’.
Entonces, dejemos de estar en Narnia, en esa estratósfera de la rosca, pongamos los pies en el territorio, pongamos el cuerpo, el corazón, porque hay muchas compañeras que no tienen para comer y eso a nosotras nos tiene que llegar al corazón. Es terrible que haya compañeras que nos digan ‘hace dos días que no como’ o ‘hace dos días voy al comedor y cuando llego ya no hay más comida’.
Entonces, el 8M es un punto de encuentro, de partida, pero que no quede ahí. Porque sino después nos vamos a volver a ver las caras el 3J. Nuevamente la misma rosca de la asamblea, y después cuándo, el 25 de noviembre.
Nosotras no militamos para fechas específicas. Nosotras somos un movimiento que quiere reconstruir el tejido social, pero sobre todo poniendo sobre la mesa los debates que nos tenemos que dar. Dejemos de ser tibias y dejemos de jugar con eso de apelar a que ahora tenemos que estar todas unidas.
Yo quiero venir a discutir todo lo que no discutimos.
Quiero discutir trabajo sexual, violencia institucional, punitivismo, escrache, todo lo que nos llevó a que hoy nos gobierne esta persona siniestra y nos esté deshumanizando a nosotras como militantes.
Que el 8M sea el punto de partida para reconstruir ese tejido social que está roto y a construir ese horizonte. Ese es el desafío. Las derrotas no son eternas y nosotras tenemos en nuestra militancia, en nuestro territorio, cada una en su sector, la posibilidad de reconstruir ese horizonte de justicia social, sobre todo para las que no tenemos derechos laborales. Ni jubilación, ni obra social, y que cuando hablan de derechos ni siquiera sentimos que nos estén hablando a nosotras”.
Durante la jornada también expusieron Gabriela Estévez, Micaela Morán, Dora Barrancos; Leonor Cruz, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTA Autónoma; Norma Morales, secretaria general adjunta de la UTEP; Majo Poncino, referenta del Movimiento Evita e integrante de la Asamblea Lesbotransfeminista Rosario; Lucía Cavallero, referenta del movimiento Ni Una Menos; Valeria Salech, fundadora de Mamá Cultiva; Victoria Montenegro; Sandra Chagas, referenta afrodescendiente, afrocandombera y activista por los derechos humanos, integrante del Movimiento Afrocultural y del grupo Matamba de negras y afrodescendientes LGBT; Aymara Choque, abogada quechua, referenta del Tejido de Profesionales Indígenas; Mónica Troncoso de La Poderosa, trabajadora comunitaria de "Che, ¡qué rico!" del Barrio Fátima, en CABA; Tamara Lescano de Inquilinos Agrupados; Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y adjunta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA); Victoria Donda, Lorena Pokoik, Victoria Freire y Delfina Velazquez.