En el marco del Mes de lxs Trabajadorxs, dialogamos con Silvana Scali y María Rosa Álvarez, vicepresidenta y secretaria de Acción Social, respectivamente, de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop).

A pocos días de haberse cumplido un nuevo aniversario del Día Internacional de lxs Trabajadorxs, y el 28 de abril, del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, dialogamos con Silvana Scali y María Rosa Álvarez, vicepresidenta y secretaria de Acción Social, respectivamente, de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), quienes acaban de renovar su mandato tras las elecciones en el gremio, con el 84% de los votos. La Lista ‘Unidad 1+3’, encabezada por Pablo Maciel y Scali, ratificó la gestión actual para el período 2023-2026.

Ambas son trabajadoras sociales y se desempeñan en el Servicio Social del Hospital Zonal General de Agudos ‘Dr. Arturo Oñativia’, en Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. María Rosa Álvarez es además jefa del Servicio e integrante de la CTA Almirante Brown. “En Servicio Social abordamos lo que es la Sala de Maternidad, el consultorio de Tocoginecología, con todas las problemáticas que pueden aparecer: IVE, ILE, violencias”, explica María Rosa. “Maltrato infantil”, agrega Silvana y sigue María Rosa: “Consumo problemático en la adolescencia”, “Intentos de suicidio, cuestiones de salud mental, discapacidad, situaciones de calle, problemáticas de vivienda, abuso infantil, medicación, insumos médicos”, detalla Silvana. “De todo lo que se puedan imaginar, trabajamos por áreas”, define María Rosa.

En la planta baja del hospital, la Cicop tiene una pequeña oficina gremial, ‘Seccional Oñativia’. Hay un cartel que informa que la atención es de 8:00 a 13:00, y hay pegados, sobre la parte de afuera, numerosos afiches que detallan las luchas y los logros obtenidos para el conjunto de lxs trabajadorxs de la Salud. En la pared, con la que se choca ni bien se ingresa al nosocomio y donde se detallan los distintos servicios, hay un mural de azulejos pintados, que tiene la representación de una familia que posa frente al hospital. Hace un mes, la Cicop colocó más arriba una placa “en recuerdo de lxs compañerxs trabajadorxs de la Salud detenidxs desaparecidxs. A 40 años de democracia. Verdad, Memoria y Justicia”, junto a un pañuelo blanco, símbolo de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, sobre un mosaico con vivos colores. Más abajo, en otro cartel colorido se lee: “¡Nuevo espacio de atención!: Consultorio Diversidad. Todos los miércoles a las 12:30”.

Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, fallecieron cuatro trabajadorxs del Hospital Oñativia. Dos médicos y un enfermero, durante la circulación del virus, y una enfermera que falleció el año pasado, tras el agravamiento del cuadro por tener comorbilidades o enfermedades preexistentes al contagio.

En el último tiempo, detallan Silvana y María Rosa, “se ha incrementado la problemática en salud mental. Por ejemplo, en la población adolescente, con intentos de suicidio, cortándose, con sobreingesta medicamentosa. Todas estas cuestiones, hace quince años no eran tan usuales”, dice con preocupación, Silvana. “El tema de la tercera edad, la gente en situación de calle. Es difícil encontrar salida a todas esas situaciones”, señala María Rosa. Sobre la medicación, los insumos médicos y el negocio de los laboratorios, Silvana define: “Una de las problemáticas del sistema de salud son los negociados de los laboratorios. Los medicamentos son uno de los principales negocios mundiales. Y el acceso al medicamento y a los insumos médicos debe ser un derecho. Los medicamentos que son necesarios para diferentes tratamientos, muchas veces se complica, ante laboratorios que obviamente piensan en las tasas de ganancia. Nosotrxs creemos, además, que el Estado tiene que tener un rol primordial en la producción de medicamentos. Tiene que haber producción estatal de medicamentos e insumos médicos. En algunas cuestiones se avanzó, desde provincia, en el momento de la pandemia, como en el oxígeno medicinal, por ejemplo. Pero todavía hay mucho en lo que avanzar en la producción pública de medicamentos. Porque tenemos el conocimiento, lxs científicxs; está la materia prima, pero hay que llevarlo a cabo”.

Historias de vida

Cuando María Rosa Álvarez se anotó en la facultad, era el primer año que se incorporaba el Ciclo Básico Común a la Universidad de Buenos Aires. Corría el año 1985 y se inscribió en Psicología. En el CBC conoció a una compañera que estudiaba Sociología, militaba en el Peronismo de Base y trabajaba con su compañero en el plan de alfabetización en los barrios. Gobernaba en ese entonces Raúl Alfonsín, tras la recuperación de la democracia. A María Rosa le interesó la actividad de su compañera en las comunidades, enseñando a leer y escribir a adultxs, y decidió anotarse. Recién salida del secundario, comenzó su tarea militante en Quilmes y eso le encantó y la marcó profundamente. Pensó que su vocación estaba más ligada a Trabajo Social, por ser una profesión con mayor intervención, vinculada a la restitución de derechos, lo cual siempre estuvo presente en su vida dado que su mamá y su papá se criaron en el campo y casi sin escolaridad. Hasta ese momento, María Rosa no había militado en ninguna organización política, aunque sí había tenido una participación en las comunidades eclesiales de base en Quilmes, con el Obispo Jorge Novak. Tras cinco años de cursada, se recibió en 1991.

A Silvana Scali siempre le interesó la política y tuvo siempre conciencia social. Militó en el feminismo, pero de manera inorgánica. Su mamá, profesora de Historia, de alguna manera la influenció. Durante el último año del secundario, Silvana no tenía definido qué carrera seguir. Una psicóloga la acompañó en la búsqueda de la orientación vocacional y le propuso que se fijara en Trabajo Social. Hasta ese momento, ella desconocía sobre la existencia de esa carrera. Su mamá quería que estudiara Ciencias Políticas. Cuando fue a anotarse a la facultad, al CBC, recién allí se decidió por Trabajo Social. Durante la cursada, se encontró con gente con sus mismos intereses, con perspectiva político, ética y de trabajo muy parecida a la suya.

Tanto Silvana como María Rosa coinciden en definir que Trabajo Social es una disciplina que se vincula con los derechos y las políticas públicas, y que se nutre de distintas áreas como Ciencias Políticas, Filosofía, Sociología, Antropología, ya que tienen su correlato en la intervención social de múltiples situaciones y abordajes. Desde lo más privado y particular de una persona hasta situaciones comunitarias, barriales, grupales. También subrayan que es importante la orientación que tome el Estado en cuanto a esas políticas públicas, lo que marcará las posibilidades y/o los límites de las intervenciones.

Hospital Zonal General de Agudos ‘Dr. Arturo Oñativia’

El Hospital Oñativia, que lleva el nombre de quien fuera Ministro de Asistencia Social y Salud Pública del gobierno de Arturo Illia, se inauguró el 11 de abril de 1996. Está ubicado a la altura 1339 de la calle que lleva el nombre de otro médico sanitarista emblemático: Ramón Carrillo, Ministro de Salud durante el gobierno de Juan Domingo Perón. María Rosa comenzó a trabajar en el Oñativia en octubre de 1996. Silvana, desde hace ocho años. Las dos llegaron con experiencia laboral previa. María Rosa había trabajado en el Hospital “Dr. Eduardo Oller” de Solano, en Quilmes. Silvana, desde dos años antes de recibirse, comenzó a trabajar en un programa social llamado “Buenos Aires Presente” del Gobierno de la Ciudad. Luego ingresó a la Residencia de Salud en el Hospital “Dr. José A. Esteves”, de Temperley, donde estuvo diez meses, hasta que le ofrecieron el cargo en el Oñativia. En los últimos años estuvo trabajando con clínica de adultxs, discapacidad, personas en situación de calle, personas mayores, entre otras situaciones. Y desde hace seis, integra el gremio de la Cicop, donde transita su segundo mandato como Vicepresidenta.

A cargo del área de Servicios Mutuales de la Cicop, María Rosa ingresó al gremio hace casi 30 años. Cuando llegó al Hospital Oñativia, y en el marco de medidas de fuerza por reclamos salariales, se interesó por la problemática y comenzó a participar en las asambleas y reuniones de trabajadorxs de otros hospitales. “La conformación de Cicop - que originalmente tenía el nombre de ‘Comisión Interhospitalaria del Conurbano y Provincial’ - es parte de un proceso en que muchas asociaciones de profesionales, ya existentes dentro de los hospitales, se incorporaron gremialmente al sindicato y pasaron a ser seccionales”, detalla Silvana.

En marzo de este año, a partir de un proyecto de la jefa de Gabinete del Ministerio de Trabajo bonaerense, Cecilia Cecchini, el Consejo Deliberante de Almirante Brown distinguió a María Rosa como ‘personalidad destacada’, por su labor y militancia sindical en defensa de los derechos de lxs trabajadorxs de la salud, como así también por garantizar el derecho a una salud pública de calidad para toda la población.

Logros de la Cicop

El ambo abierto de Silvana, sobre una camisa con flores, tiene bordado sobre un bolsillo en un costado el logo de la Cicop, gremio que obtuvo para el conjunto de sus afiliadxs importantes avances. “Son el resultado de muchas cuestiones, el trabajo que se viene haciendo desde el sindicato, porque algunas eran reivindicaciones históricas, prácticamente. Por ejemplo, lo de la Ley de Pase, que es lo último que conseguimos, que va a ser el pase de entre 4000 y 5000 compañerxs de la Ley 10.430 a la Ley 10.471, de Carrera Hospitalaria. La mayoría licenciadxs en Enfermería, pero acá tenemos de todas las profesiones”.

También se destacan entre las conquistas paritarias provinciales por encima de la inflación, reconocimiento del ‘Desgaste Laboral Prematuro’ con un régimen especial que permite a lxs trabajadorxs de la Salud jubilarse con 50 años de edad y 25 años de aportes. Además, continuidad laboral para miles de residentes y un nuevo ‘Reglamento de Residencias’ con guardias de 12 horas, en lugar 24, aportes previsionales sin pérdida salarial desde el primer año, y el aumento de las licencias parentales.

“Tuvo que ver también con la voluntad del gobierno provincial que hizo a estas mejoras en las condiciones de trabajo”, dice Silvana. “En el partido, jugamos todos”, agrega María Rosa, que tiene, sobre su ambo estampado, cerca del corazón, un prendedor bordó de la Cicop, y agrega: “Con el gobierno de Vidal perdimos como en la guerra”. Y Silvana detalla: “En el gobierno de Vidal perdimos más del 30% del poder adquisitivo. Todavía no lo hemos podido recuperar. Venimos con reivindicaciones salariales, de recomposición salarial, de jerarquización del salario, que venimos trabajando y llevando la paritaria todos los años. Eso todavía es un pendiente, pero venimos con una mejora en las condiciones de trabajo en el sentido del régimen jubilatorio, del reglamento de residentes, el pase ley, las licencias parentales ampliadas, que la verdad es que son modelo”.

Sobre los Feminismos

Estamos dentro de lo que es la clase trabajadora, y los avances que tuvo el movimiento feminista obviamente que nos repercuten y nos benefician, como a cualquier trabajador y trabajadora/e. Estamos dentro de lo que es ese colectivo que conquistó la Ley IVE”, señala con firmeza María Rosa. Silvana coincide: “Sí, el Trabajo Social es siempre muy permeable al movimiento feminista y al movimiento de mujeres. Hay muches compañeres que militan activamente. Los y les trabajadores sociales hemos sido de lxs primerxs comprometidxs con la interrupción legal del embarazo, como con la interrupción voluntaria. Y como sindicato también”.

A continuación, María Rosa amplía: “Como sindicato siempre estuvimos a favor de los derechos para las mujeres, como pasa en la sociedad. No estamos por fuera de la lucha contra el patriarcado, sino que atravesamos todas las dificultades propias de una institución de Salud, sea el hospital o centros de salud, con todas esas dificultades que existen en las escuelas, en las familias, en las comunidades. El Trabajo Social, como dijo Silvana, es permeable a todo eso, y siempre a favor de los derechos y de estas leyes que mejoraron las condiciones de las mujeres”.

En cuanto a la paridad dentro del gremio, Silvana detalla: “Por Estatuto, tenemos un 50% de paridad, tanto en el Consejo Directivo Provincial como en las seccionales de las Comisiones Directivas. La realidad es que el mundo del trabajo en Salud está muy feminizado, con un 70% de mujeres que trabajan en los servicios de salud y todavía tenemos cuestiones en las que avanzar. En la ocupación de las jefaturas eso no se refleja, no ocupamos el 70% de las jefaturas, y tenemos cuestiones a trabajar con respecto a derechos laborales de mujeres. Lamentablemente los hospitales también son caja de resonancia de las violencias sociales, de las violencias por razones de género y diversidad sexual, de racismo, homofobia. Además, si bien ha habido cambios en las últimas décadas, esto se conjuga con que los hospitales todavía tienen estructuras muy verticalistas, hay un modelo médico hegemónico que todavía existe. No sólo es reproducido por los médicos, médicas; a veces otras profesiones lo reproducimos más. Con lo cual, hay toda una conjunción que hace que haya muchas situaciones de violencias diarias en los hospitales. En este caso, estoy hablando de violencia laboral entre compañerxs, entre jefes y subalternos, entre subalternos y jefes. Es un tema que también se está trabajando mucho y son muy dificultosas las intervenciones. Hay muchas cuestiones en juego”.

Ratificación en las urnas de la actual conducción

Es un sindicato que trabaja mucho con lxs compañerxs”, dice María Rosa, sobre el contundente triunfo de la lista ‘Unidad 1+3’, que es la unificación de dos listas en 2016. “Las elecciones anteriores, en la cual Silvana asumió como vice y Pablo como presidente realmente implicó una renovación que hacía falta. Lxs más viejites estamos acompañando y se amplió la cantidad de militancia, de compañerxs nuevxs trabajando en el sindicato, participando, colaborando. También entramos en la CTA-T, eso fue un todo un proceso y un gran logro”.

Nos vienen acompañando desde hace ya un tiempo importante”, define Silvana y María Rosa agrega: “Siempre los gremios de la CTA estuvimos cercanos. Con el Suteba, más que agradecimiento tenemos. Con la AJB (Asociación Judicial Bonaerense), con ATE”. “Nos sentimos cobijadxs por la CTA y creemos que tenemos un proyecto común dentro de la CTA”, afirma Silvana y añade: “Nuestro ideal es que la CTA se pueda volver a unificar, que podamos volver a ser una. Una CTA que constantemente ha luchado contra el neoliberalismo, a favor de la garantía de los derechos, de que los gobiernos lleven a cabo políticas de corte popular, de soberanía nacional, de distribución del ingreso. Una CTA que está por todo eso, y obviamente la CTA de los Trabajadores y las Trabajadoras lo está, pero creemos que hay que seguir aunándonos, cruzar el charco y volver a unirnos”.

- ¿Y les gustaría una unidad de la CTA con una CGT quizá renovada?

- Sí, hay sectores dentro de la CGT con los cuales tenemos totalmente compatibilidad. La clase trabajadora, si no se junta, lo que nos espera, digo, viendo lo que está pasando. (María Rosa).

- Se viene articulando desde la CTA con sectores de la CGT, Curtidores, Gráficos y otros. (Silvana).

Cabe recordar que los gremios de la CTA y la CGT vienen participando en ámbitos comunes como el Espacio Intersindical Salud, Trabajo y Participación de los Trabajadores y la Intersindical de Derechos Humanos, entre otras iniciativas. “En todo lo que tenga que ver con articular, vincularnos y pelear juntxs por lo mismo”, afirma María Rosa.

Día Internacional de lxs Trabajadorxs

Tanto Silvana como María Rosa conmemoraron siempre el 1º de Mayo desde la organización gremial ligada indisolublemente a su actividad laboral. En los últimos años, la participación masiva en las calles estuvo mermada por la pandemia. “El 1º de Mayo de 2021, Suteba hizo un reconocimiento en el Día del Trabajador a lxs trabajadorxs de la Salud”, cuenta Silvana y agrega: “Acá (al Hospital Oñativia) vino Cecilia Cechini con compañerxs de Suteba Almirante Brown. Fue muy emocionante. Nosotrxs veníamos con la capa caída después de un año y pico de pandemia y fue un mimo muy necesario y muy bienvenido”. María Rosa agrega que Suteba hizo la misma actividad en varios hospitales.

Dificultades en el Oñativia

Como en todo hospital, tenemos falta de personal en áreas críticas, como en la Guardia, Terapia Intensiva, Neonatología, Pediatría, Clínica. Es generalizada la crisis en recursos humanos”, detalla Silvana. María Rosa agrega: “En Servicio Social, ni te digo”. Sigue Silvana: “En gran parte por los sueldos, porque los jóvenes ya no están dispuestxs a hacer 24 horas de guardia, algo que ya empezamos a plantear”. “La ley dice 12 horas de guardia”, subraya María Rosa. “La necesidad de pasar a guardias de 12 horas, porque era inhumano y sigue siendo inhumano las 24 horas. Con esto de los residentes va a haber un cambio de cabeza, de subjetividad, además de lo que fue el cambio normativo y creemos que se va a poder avanzar a nivel de la planta de los hospitales”, se anima Silvana. “Sino es una locura, la gente llega recontra cansada. El último paciente que atiende lo hace después de 24 horas sin dormir. Hay cuestiones que hacen a la salud de la propia persona que trabaja y la de los otros. Y por otro lado, el mercado, que va a actuando, y en el sector privado ofrece mejores sueldos”.

En diciembre de 2018 el Oñativia sufrió un incendio por un desperfecto eléctrico. “En la historia del Hospital ha pasado de todo”, relata María Rosa. “En 2012, cierre de Pediatría. Pelear para que no se cierre. Cierre de Neonatología en 2014. Había una crisis importante de profesionales. Sin embargo, la comunidad, Enfermería y lxs compañerxs (del gremio) por supuesto, mil personas acá afuera en un abrazo al hospital. Los abrazos que se le han hecho”, se emociona María Rosa.

“El incendio dejó inoperativo, prácticamente, el hospital. Quedamos como si fuéramos solamente un policonsultorio, con una guardia de contingencia”, narra Silvana. “Después empezaron unas obras que (la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia) Vidal, cuando perdió las PASO, dejó de pagarlas, de pagarle a la empresa, con lo cual la empresa dejó de hacer la obra, quedó todo parado. Se retomó con la pandemia”.

“La comunidad, ¡lo que defiende este hospital!”, exclama María Rosa, que presenció todas las situaciones descriptas y se le pone la ‘piel de gallina’. “Tengo la experiencia de 2012 y 2014, de Pediatría y Neonatología. Tremendo. Lxs docentes y lxs chicxs de la Escuela Nº 506, de educación especial, vinieron a defender el hospital. La comunidad organizada defendiendo el hospital. Y antes, en el 2000, con las asambleas, la bandera argentina en las escaleras. No teníamos algodón, no había placas. Lxs compañerxs de Pediatría nos contaban que lxs niñxs que asistían a los consultorios se desmayaban de hambre y resolvimos hacer un desayuno. Lo movilizador que fue eso. Salimos en los diarios de todo el mundo, en todos los programas de televisión. La gente empezó a donar la leche, la maicena, el azúcar, vasitos, cucharitas. Y con la comunidad nos organizamos para dar eso. Nos prestaron la cocina del hospital, hubo que organizarse. ‘Los ángeles de blanco’, nos decían en la tele, y lo sostuvimos casi dos años. Y lo paramos ahí porque la gente iba ya a venir a comer. Primero dábamos el vasito con leche, para ayudar en algo, y después la nutricionista dijo ‘hay que hacer algo más potente, el chuño’, que es la maicena dulce. Salíamos en la tele, en ese momento Canal 13. Había un señor de los planes, que en ese momento tenían otros nombres, creo que ‘Argentina Trabaja’, era grande y quería hacer algo. Entonces lo pusieron en vigilancia, arriba. El tipo se puso un pantalón, camisa, cinturón. Quería ser útil. El hijo de ese hombre trabajaba en la producción de Canal 13, avisó a los periodistas que vinieron y ni sabíamos. Vinieron a mirarnos, qué es lo que se hacía, que estaba la señora de la comunidad revolviendo la olla y repartiendo. El noticiero ponía el teléfono del Hospital y llamaba la gente de plata que nos enviaba mercadería de los supermercados. Había una señora, jubilada, no me olvido, ‘yo, aunque sea, quiero ir a revolver la olla’, decía”, recuerda María Rosa y se le llenan los ojos de lágrimas. “Todos los miércoles había asamblea en la puerta del hospital, 400 personas. No en vano estalló después lo que estalló, en 2000, 2001. Me acuerdo que venía gente de un barrio, creo que Claypole, que nos ofrecían la vaca para sacar la leche para darles a lxs pibxs”.

Me emociono porque digo ‘¡pobre hospital, pobre gente!’. Cuando te ponés a pensar en la historia de este hospital y lo que atravesamos lxs trabajadorxs y la comunidad. Y ahora que estamos con estos quilombos en el país. Qué difícil que es”, reniega María Rosa y se agarra la cabeza.

Silvana agrega: “Este hospital ha vivido de todo, y siempre la Seccional Cicop, y María Rosa muy involucrada, el último tiempo yo, y bueno hemos tenido y tenemos hoy una comisión muy activa, con compañeros y compañeras que están muy activas, además de nosotras dos, una comisión que acompaña mucho”.

“Es un hospital con una historia importante”, resume María Rosa y agrega: “Todos los hospitales (...)”. “Nosotrxs lo queremos a este”, cuela Silvana y se sonríe. “Sí, claro”, responde María Rosa y sigue: “Cuando vamos a los congresos nuestros, a las reuniones del Consejo Directivo y escuchás, ves que todos tenemos cuestiones. Y, trabajamos con personas, somos personas y siempre va a haber desafíos para nosotrxs”.

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